miércoles, 15 de mayo de 2013

Arroz Psicodélico


¡Frambuesa piragua, blanco como el coco, amarillo mango!
Verde quenepa... ¡Azul de adoquines, rojo flamboyán, turquesa del mar!
 


Cuando llegué al deli de Fresh Mart, me sorprendió una gigantesca bandeja de arroz “shocking pink”, fucsia, rosado fluorescente... ¿Qué rayos? Inmediatamente me vino a la mente la canción del exitoso comercial “Los colores de mi tierra” de las pinturas Harris. Un minúsculo letrero identificaba la bandeja como Arroz con Remolachas. Ah, bueno.

Ya he cocinado remolachas frescas, y estoy al tanto de que tiñe todo lo que coge a su paso: el tope del mostrador y el picador, el cuchillo con que las pelas, la olla en que las cocinas... y tus manos. No me sorprendió que el arroz tomara ese brillante color, que acá entre nosotros me pareció bastante poco apetitoso, aunque muy curioso. No lo comí, porque ese día había yuca en escabeche... y si me das a escoger entre arroz psicodélico y yuca... ya tu sabes.

Pero para no desviarme del tema del arroz... hace unos meses he encontrado que existen muchas variedades de arroz, aparte del blanco y el marrón de grano entero. Perdona mi ignorancia, pero en mi casa cuando niño se comía arroz blanco con habichuelas o cualquier otro grano... junto o guisado aparte. Los demás arroces los he venido a descubrir más tarde en mi vida, en una búsqueda por evitar los almidones poco nutritivos.

Ese interés me llevó a encontrar el arroz negro “prohibido”, llamado así porque se cultivaba exclusivamente para el emperador chino y su familia, quienes vivían en la “ciudad prohibida” en Beijing. Los chinos tenían esa costumbre - la de prohibirle  comidas, pasar por áreas y el uso del color amarillo en su ropa- a las clases que no eran de su casta. Nada que ver con negarle derechos humanos a la gente con quien convives, pero eso es “harina de otro costal” y no me voy a desviar del tema del arroz por el momento.

Otro arroz que descubrí fue el rojo, de Bután: cultivado en esa ciudad de las montañas del Himalaya. Este arroz no está prohibido, pero precisamente por el distante lugar de su siembra y la poca cantidad que se produce, es en cierto grado “prohibitivo” costearlo. La cubierta del grano es roja y su interior es blanco, sin embargo el agua en que se se hierve se pone roja y tiñe el grano completo, dándole un color uniforme para servirlo.

Ambos arroces se consiguen en la Isla, al igual que otros blancos como el Basmati, que al cocinarse emite un fuerte olor a nueces; y el Jasmín, que igualmente huele a flores.

Te invito a que experimentes con los colores de tu arroz, si no porque viene de ese color, por los ingredientes con que lo preparas: mucho recao, cilantro o pesto para un arroz verde; con zanahorias para que salga chinita, y hasta moras (blueberries) para hacer un postre de arroz azul. Ponte creativo en la cocina. Canta y usa los colores... que la Madre Tierra te da.

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