viernes, 20 de diciembre de 2013

“Coffee-Bar-Hopping” con Omar Dávila


Invité a Omar a visitar los lugares que sirven café artesanal de Puerto Rico, en el área de Río Piedras y Hato Rey. Un jueves por la tarde, luego de salir de su trabajo nos encontramos en Arrope, muy cerca de la Universidad de Puerto Rico.

Lo más gracioso fue que me llamó desde el camino, porque estaba comprando una camisa para no llegar con el uniforme de su trabajo - presumía que había que estar de incognito para este proyecto, pero en realidad no. Siendo éste el segundo artículo de la serie “Coffee-Bar-Hopping con...” es de suponer que cuando llego a un sitio con un barista, ya no es sorpresa que se avecina un artículo. Se trata de compartir con gente del local, de esa industria y disfrutar el rato.

Omar Dávila es un joven barista de 24 años que trabaja en Puerto Rico’s Café Cola’o, un pequeño café-bar localizado en el Terminal de Lanchas en el Viejo San Juan. Este café es uno de los pioneros en la venta y promoción del café artesanal de la Isla, y es bien importante porque a diario tiene acceso directo a la clientela turística que nos visita. Usualmente el cliente que está de vacaciones y prueba el café artesanal, se lleva un empaque como souvenir de vuelta a su casa.

Omar recién termina sus estudios en Psicología, con un Minor en Desarrollo Empresarial en la Universidad de Puerto Rico. De hecho, tardamos un poco en lograr la reunión, porque andaba en los exámenes y presentaciones finales.

El caso es que nos encontramos en Arrope con intención de irnos en tren hasta el centro bancario de Hato Rey a visitar tres o cuatro café-bars que hay allí. En Hacienda San Pedro del Banco Popular visitaríamos a Daniel Torres, quien ganó la competencia de Barismo en que Omar obtuvo el segundo lugar, y que es el motivo de esta entrevista. Resultó que estábamos tan cómodos en Arrope que optamos por quedarnos allí hasta que oscureció. Otro día visitaremos a Danny.

Arrope
El lugar es bastante grande en comparación a otros café-bars, y hasta tiene una sala de conferencias que se puede reservar. Está ambientado con motivos de taller de Arquitectura, porque sus dueños son egresados de las escuelas de esa profesión, y de ahí el nombre del negocio*. Allí almorzamos y tomamos café de Gustos Coffee Co., preparados por el barista Alberto Santos.

“Originalmente pensé estudiar arte o música porque me apasiona; contabilidad porque soy bueno en matemáticas... Ingeniería y hasta Arquitectura. Pero en un momento mi interés personal por la psicología me inclinó hacia esa profesión. Más adelante, por varios trabajos que tuve me interesó la administración, para resolver los problemas que observaba en el manejo de los negocios”, me explica.

Un barista premiado
Sólo llevaba algunos nueve meses trabajando en Café Cola’o cuando quedó en segundo lugar de la competencia de barismo en la Coffee & Chocolate Expo. Esta participación se mide por el desempeño y la presentación del barista.

Daniel Morales Aymat de Café Gran Batey, Erica Reyes y Omar Dávila

Erica Reyes, la dueña de Café Cola’o lo entrenó para la competencia. Reyes es también la propietaria de la Escuela de Café y Baristas de Puerto Rico, y exige que sus empleados tomen cursos antes de comenzar, lo que es muy sensato, porque su café-bar y sus empleados son representativos de lo que se estudia en la Escuela. 

Omar tuvo que coger el entrenamiento para la competencia en serio, por ser uno de los novatos. Por esta razón dice que iba sin expectativas de ganar, y fue precisamente la certeza de saber que iba a perder lo que le quitó el nerviosismo de la presentación y lo hizo tener éxito.

Para su bebida especial, preparó una que incluía té de jengibre con leche y mantequilla porque recordó esa mezcla que le hacía su abuela cuando era niño. Le añadió un poco de miel para reducir el picor del jengibre. Como café, llevaba Gran Batey.

La música que escogió para la presentación, jazz latino y un fussion de Weather Report, nunca se pudo usar porque el chip que trajo no era compatible con el equipo utilizado allí, así que la hizo sin música. 

El trofeo está en exhibición en Café Cola’o porque lo donó al lugar. “No me gusta que me presenten a los clientes como el ganador del premio, prefiero que se diga que es el equipo el que se lo ganó”, me comenta. “Estoy ayudando un poco más con la administración, así que ya no le dedico tanto tiempo a hacer latte-art”.

A la pregunta de por qué participó de la competencia estando tan nuevo en la profesión, contesta: “Si me dan una oportunidad le voy a tomar... si me invitan a correr con Javier Culson, aunque sé que voy a perder, lo voy a intentar”.


Barista es como la profesión del momento. “Pienso que hay una moda, y que un día de estos nos despertamos y habrá la moda de un Refresquista”, me comenta. “Los términos en italiano que se usan en la industria del café ya existían en puertorriqueño, y deberíamos regresar a usarlos. De cierta manera pienso que menospreciamos lo de aquí, y si pongo cortado en vez de macchiatto en la pizarra, a la gente no le va a gustar. Hay que empezar por educar al cliente”.

Aparte de ser “barista” es músico
“Me apasiona la música. Cuando era niño mi abuelo me regaló un cuatro y en media hora estaba tocando “Verde Luz”. Luego me empezó a gustar el heavy metal y comencé a tocar guitarras eléctricas y acústicas”, me cuenta. “Ahora mismo lo que amo es el jazz y la salsa gorda. Un tiempo escuchaba Yanni, y me sabía hasta cuando tocaban el triángulo. Más tarde escuché música celta, y me dio por  tocar kena. Ultimamente escucho mucho del grupo español Mago de Oz y de System of a Down, que son hard rock”. 

Jim Morrison
“Pero me gusta todo tipo de música: me juquié con Mark Anthony, Guns & Roses, la salsa ‘gorda’ de Lavoe, Ismael Rivera; el reggae de Cultura, de Bob Marley... pero lo más fuerte fue con The Doors, Jim Morrison y Pink Floyd. La música de Jim Morrison es como una pintura”, me dice. “Siempre le encuentras algo distinto, aunque quizás él no lo pensó, y soy yo que lo encuentro”.

“Me gustaría ser performer y trabajar en teatro, pero para eso hay que estudiar y ahora estoy enfocado en otras cosas. La Navidad pasada hice de un pirata en el musical Peter Pan en Bellas Artes”.

Su lado espiritual
Es creyente de una energía universal, aunque a veces “cuando necesito apoyo para afrontar situaciones, rezo mucho”. Durante un tiempo también incursionó en el budismo Nichiren. “Soy bien indisciplinado a la hora de hacer algo como Yoga. Ese mindlesness que se requiere no lo logro conseguir” explica. “Ultimamente sólo estoy meditando”.

Para Omar, la muerte le da sentido a la vida. “Si uno pensara que va a vivir por siempre, entonces nunca harías nada, porque si eres inmortal tienes todo el tiempo para hacerlo”.

“Hay veces que le encuentro sentido espiritual hasta a los muñequitos de Disney Channel”, me comenta. “He visto el programa de unas niñas gemelas: una de ellas es bien contenta y la otra es bien triste. Tienen el poder de ver el futuro. Una ve el lado positivo de las cosas y la otra lo negativo. La cosa es que la triste ve lo positivo del futuro y al saber lo que iba a suceder, sólo esperaba lo malo. La otra era todo lo contrario: la que ya sabía lo negativo, solo resaltaba lo positivo. Esa contradicción de la vida, tiene sentido”.

La vida de Omar está llena de contradicciones, y se las disfruta a cada momento. “Erica me enseñó que ‘un buen barista puede hacer un excelente shot de un café mediocre, pero un mal barista puede arruinar un excelente café’”. Por eso aplica esa misma máxima a todas sus vivencias, no sólo a lo que concierne al café: sino en sus estudios, en su música, en su espiritualidad, y en su trato cordial y amable con las personas con que se encuentra. Uno nunca sabe, pero puede que el chamaco que te hace el espresso en Café Cola’o, es el que se ganó el trofeo plateado que está en la tablilla de la izquierda, aunque él mismo te diga que fue un esfuerzo de todo el equipo.
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* - “Arrope” es el término que se utiliza en las escuelas de arquitectura, para referirse al fatídico momento en que tienes varias entregas finales a la vez, y no tienes suficiente tiempo para terminarlas. Estás arropao. El término lo reconocí de una vez, porque soy graduado de la Escuela de Arquitectura de la UPR, y me arropé decenas de veces. Quizás por eso me siento a gusto en este local, es “como regresar a casa”.
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No me regales otra corbata ¡porfa! - #2


Si todavía estás atrás con los regalos de Navidad, aquí te doy otra idea económica, que personalmente voy a usar: Café artesanal de Puerto Rico en grano.

Puedes conseguir este café en cualquier café-bar que lo sirve a través de toda la Isla, usualmente en empaques de 6 onzas hasta una libra. Su precio fluctúa entre los $6.00 y los $24 dólares, dependiendo de la cantidad y el tipo de grano. El “Caracolillo” es el más caro, pero se consigue en empaques pequeños bien económicos.

Si te quieres botar, y no estás seguro de si la persona tiene con qué molerlo, hay molinillos bien baratos que puedes añadir al regalo y hacerlo más duradero, alrededor de los $20.00.
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miércoles, 18 de diciembre de 2013

“Coffee-Bar-Hopping” con Iche González


Invité a Iche a visitar los lugares que sirven café artesanal de Puerto Rico, en el área de Hato Rey, Santurce o el Viejo San Juan. Después de mucho dialogar, me pidió que mejor fuéramos a los cafés que han abierto más recientemente, por aquello de darles un espaldarazo. Me pareció una excelente idea, así que acordamos en eso... y un sábado por la mañana nos encontramos para visitar los cinco lugares que escogimos.

Nos encontramos bien temprano en la mañana, frente a Barista Squared, su lugar de trabajo en Hato Rey. Él en cortos y t-shirt como habíamos quedado, yo en mahones porque hacía frío por la lluvia. Decidimos ir en ropa bien casual en son de “panas”, y de ninguna manera como críticos de café.

Héctor “Iche” González es uno de los baristas más jóvenes de la industria del café en Puerto Rico, sin embargo tiene una trayectoria muy extensa porque a sus 24 años de edad, ya lleva más de ocho años en ese oficio con mucho éxito.

Primera Parada: Nuestra primera parada fue en Latte que Latte en la Avenida Dómenech en Hato Rey.  Allí nos recibió el amigo Amilcar Cotto, que se acercó a la mesa para hablar un rato.  Nos sirvieron un excelente café Hacienda San Pedro, que viene acompañado con una galletita pizzelle. El lugar está bien agradable, acogedor y en el rato que estuvimos allí se llenó bastante.

Todo el principio de la conversación con Iche se concentró en temas que no tienen que ver con el café ni con su trabajo. De eso comentamos más tarde. En este momento hablamos de sus múltiples tatuajes, de su espiritualidad, y de su hija. Ya por la tarde tampoco hablamos de café, sino de su gusto musical y de su recorte.

Héctor es un chamaco bien espiritual porque lo vivió en su familia desde pequeño. Estaba bastante inmerso en la búsqueda religiosa por distintos senderos, hasta que por el trabajo y sus demás responsabilidades ha tenido que bajar un poco esa intensidad. 

Me explicó cómo casi todos sus tatuajes, los que se ha hecho por etapas, resultaron de su experimentación en distintas religiones. Por ejemplo, un Buda tibetano en el antebrazo izquierdo, el símbolo “ohm” en el área del bíceps y símbolos celtas en el tríceps. En el bíceps derecho tiene uno que comparte con su hermana y su cuñado, que simboliza a su sobrina que “vivió sólo dos días, y que pude ver por unos cuantos minutos. Se parecía mucho a mi”, recuerda.

Iche tiene una hija de tres años llamada Nayra. “Nayrakali es su nombre completo”, aclara. Los domingos son sagrados para pasear con ella. Parece que Nayra va a ser cafetera también, porque “cuando le pregunto qué quiere hacer, me contesta ‘vamos a la plaza a tomar café’”, me cuenta. Yo lo había echado de menos en la visita a la Hacienda Pomarrosa, hasta que me explicó que “era domingo, y los domingos son para mi hija”.

Luego de terminar su escuela superior en Caguas, González continuó estudios de Delineante. Para ese tiempo comenzó a trabajar como operador del carrousel en la plaza de recreo del pueblo, y poco a poco pasó a ser parte del equipo de Cafeto, un café-bar establecido en la misma plaza. Allí aprendió el arte de hacer café con los mejores baristas, “porque el grupo de trabajo era de campeones, personas que ya habían ganado varias competencias”, explica. Estando allí inclusive participó de su primer evento, en el que lo descalificaron porque se pasó del tiempo reglamentario.

En este momento Iche trabaja de lunes a jueves para Barista Squared, en donde lleva casi tres años. Los viernes lo encuentras en Café Palmer, en el mismo gazebo de la plaza de recreo de Caguas, donde comenzó su carrera como barista.

Detuvimos la conversación para movernos hacia el próximo café-bar y continuar las visitas.

Segunda Parada: La segunda parada fue en el Café Don Juan en El Señorial Plaza. Allí visitamos a Juan Pablo Torres, que nos preparó dos tazas de café Aromas del Monte. Como nota personal: siempre que estoy por el área a visitar a mis padres, hago la parada en donde Juan Pablo porque siempre tiene del café más fresco y sabroso. Según me cuenta, él mismo viaja cada ciertos días a buscar café en pequeñas cantidades para que los granos tostados estén en su momento de mejor sabor. Ciertamente debe ser eso, porque ese café cortadito y puya, es excepcional.

Iche González ha participado en 11 competencias. Ganó un Primer Lugar en Latte-Art; Siete segundos premios: dos en Latte-Art, dos como Barista y tres en “Coffee in Good Spirits”; y un Cuarto Lugar en Latte-Art.

Iche en Holanda
Su Primer Lugar en Latte-Art lo llevó a viajar a Holanda a participar en la competencia mundial. Como coach llevaba a Daniel Rivera quien llegó en segunda posición, y que ya había participado en esa competencia mundial anteriormente. 

Iche en Austria
Al año después la premiación se invirtió: Danny resultó ganador, y llevó a Iche, que llegó en segunda posición, como su coach a Austria. Más adelante tuvo la oportunidad de viajar a Francia como coach de Edwin Gorritz en una competencia de “Coffee in Good Spirits”.


El primero de esos premios de café con alcohol, le picó tanto la curiosidad a González, que decidió estudiar y certificarse como Bartender. Después de eso, es uno de los pocos que participa en las tres divisiones de las competencias a la vez: Barista, Latte-Art y Coffee in Good Spirits.


De El Señorial Plaza salimos hacia Plaza Las Américas a visitar a Danny que estaba con su Bici-Café en la Tienda Hugo Boss, pero por la congestión de autos nos fue imposible entrar y seguimos hasta la pizzería Masafina para almorzar. De allí pasamos a la librería Libros AC, en donde los muchachos del cómic Días hacían una presentación.

Según Iche, sus estudios como Delineante lo han ayudado a transferir mentalmente un diseño hecho en papel para llevarlo a la taza en tonos de café y espuma. Por otro lado, con la experiencia se ha dado cuenta de que “no gana el mejor barista, sino el que se prepara mejor”. Esto lo ha comprobado una y otra vez.

Casi nueve horas más tarde, después de un día de buen café y agradable compañía, en camino a recoger su carro, hablamos sobre su reciente recorte, porque hasta hace poco tenía trenzas largas “que me llegaban a la cintura. Como todo, un día decidí hacer un cambio radical en mi vida, y comencé por ahí”, me comenta. “Hasta la música que me gusta ha cambiado. Antes escuchaba reggaetón, y ahora he expandido hacia otras tipos de música y las estoy disfrutando. Es como si se hubiera abierto un mundo nuevo”.

Hablar con Iche González es como hablar con un alma vieja. Como cuando el vídeo no concuerda con el audio, pues así. Tienes ante ti un muchacho joven, que habla de vivencias y bagaje de una persona de mayor edad, porque tiene mucho que contar, enseñar y preguntar. En más de una ocasión le dije “Aquí las preguntas las hago yo”, porque insistía en saber lo que yo tenía que decir. Se podría decir que vamos a ser buenos amigos, porque desde ese sábado nos hemos comunicado bastante. Se podría decir que Iche va a ser como un hermanito menor.


Nota:
* - De los cinco “Coffee-Bars” seleccionados, el primero a que llegamos no abre los sábados; el cuarto bar optó por servir café comercial extranjero y ya no sirve café de la Isla (que era uno de los parámetros de las visitas); y en el quinto lugar sí nos sirvieron café artesanal, pero diluído con agua caliente después de extraído y no lo pudimos tomar. Optamos por no mencionarlos por nombre, porque en principio se trata de ayudar a estos lugares, y que la experiencia quedara entre nosotros.

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martes, 17 de diciembre de 2013

Estimado Santa Claus: No me traigas nada.



Estimado Santa Claus:

No me traigas nada. Me senté a hacer una lista de lo que iba a pedir, y lo que salió fue un listado de lo que soy agraciado de tener. Te lo agradezco, pero esta vez tampoco necesito nada.

Tengo a mi familia, que me ha apoyado siempre; los viejos, los jóvenes y mis adorables sobrinas, que me sacan una sonrisa de sólo pensarlas.

Tengo al perrito Benji que Rocky rescató; y a Camila, la perrita de mi hermana.  Ninguno de ellos vive en mi casa, pero les hago “perro-sitting” cuando es necesario y esos días la pasamos “súper”. 

Tengo mis amigos, que según Facebook son 805, pero estoy seguro de que son muchos más, y que no tienen una cuenta en la red. Algunas son viejas amistades, otros son nuevos amigos. A muchos los veo a diario; a algunos los veo muy poco, pero igual me alegro -con alegría acumulada- y un abrazo.

www.refrescodetamarindo.com
Tengo un blog que empecé hace sólo unos meses y ya tiene sobre seis mil suscriptores. Gente que no conozco pero que lee Refresco de Tamarindo, y les agradezco por eso. Esa gente me ha hecho consciente de escribir con un propósito positivo y responsable. No le saco ni un centavo, pero le he sacado el conocer gente muy especial que ahora son mis amigos... como una familia extendida.

Tengo los que conozco siendo profesor, pero el tiempo se ha encargado de desdibujar esa fina línea divisoria entre estudiantes/amigos y ahora somos solamente “pares”. De esos, me alegro de sus triunfos como si fueran los míos. No tengo hijos, pero muchos estudiantes que me consideran como un padre.

Tengo mi techo, que aunque a veces se cuela a pesar del tratamiento, es mío y me cobija.  Tengo trabajo... un auto que me lleva y me trae... salud... ropa... comida... No tengo dinero acumulado, porque mis padres me enseñaron a vivir modestamente con lo que tengo, y si me sobrara, pues a compartirlo.

Una búsqueda espiritual, que no ha llegado a su meta, pero cuyo camino me ha hecho entender que hay que portarse bien, para salir airoso. Lo dice tanto el karma, como la Ley del Talión.

Como ves, Santa Claus, por el momento me resuelvo. Anda por ahí que estoy convencido de que hay mucha gente que sí necesita. Yo me comunico el año que viene y empezamos de nuevo.  

Un abrazo, Jose


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viernes, 13 de diciembre de 2013

Tradición de Navidad #2

Me hace falta:

La música jíbara

Ramito
Las mañanas frías de diciembre me hacen revivir las madrugadas en la casa de mi abuela. Digo madrugadas porque ella se levantaba extremadamente temprano, y si de casualidad se despertaba a eso de las seis, exclamaba “¡...se me fue el día!”.


Lo primero que hacía era prender el radio que tenía en la cocina, e invariablemente lo que se escuchaba era música jíbara navideña. Así conocí -y aprendí a admirar entre otros, a Ramito, Chuíto “el de Bayamón” y a Toribio, un tocador de güiro a quien más tarde vi en el busto que le erigieron en la placita frente a La Mallorca en el Viejo San Juan.
Toribio

Una mañana hace un par de diciembres llegué a mi cocina en la oscuridad y al encender mi radio escuché la música de mi abuela. Sentí el frío de la mañana y tuve lo que llaman un “deja-vu”. En realidad prefiero pensar que esa madrugada, mi abuela me deseó Feliz Navidad.

A veces siento nostalgia de algunas cosas de mi Navidad “de antes”. No digo de niño porque hay recuerdos muy recientes que igualmente echo de menos. 

No siempre todo tiempo pasado fue mejor... pero a veces deja los recuerdos más queridos.
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jueves, 12 de diciembre de 2013

¡No me regales otra corbata, porfa!


A veces pienso que me hacen un regalo de navidad bien caro, pero “para salir del paso”. Si supieran que en realidad preferiría algo ridículamente barato, pero que pueda usar y sacarle provecho.
Con esa idea en mente, salí en busca de cosas prácticas que me gustaría dar o recibir, y que fueran económicas. Aquí presento la primera de ellas para compartir con ustedes.

En la tienda de plantas cercana a mi casa tienen una sección de hierbas para cocinar. De entre la variedad que había el día que fui, escogí cilantrillo, recao, albahaca dulce y albahaca morada. Los precios varían entre 69¢ y $2.49.


Aproveché y compré un tiesto de plástico bonito y bien barato, y la compra completa no llegó a diez dólares. Llegué a mi casa y trasplanté las hierbas al tiesto, rellenando con un poco de tierra que tenía del jardín. Hice un lazo con la cinta que tengo para los demás regalos y se lo puse arriba.

Listo. Ahora el problema es si lo regalo p’alante o me quedo con él. Pienso que puedo hacer una salsa pesto con la albahaca dulce, y un poco de sofrito con el recao y el cilantrillo... y dejar que las plantas crezcan para seguir cocinando rico.

En resumen: este es un regalo que me gustaría recibir, en vez de una corbata italiana carísima del mall.

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El sueño del Guerrero taíno de luz.


Cuando originalmente comencé a hacer yoga, estuve en varias clases con distintos maestros, hasta que un día supe de El Nido del Guerrero, un santuario natural que tiene Oscar Guerrero en Morovis. Oscar es un joven actor puertorriqueño que incursionó en la práctica de yoga hasta que se certificó como maestro. Poco a poco convirtió la finca de su familia en un lugar eco-turístico para amantes de la naturaleza y el yoga. 
Sin pensarlo dos veces me comuniqué para tomar una de las clases, y un domingo en la mañana comenzó esta historia. Me encontré con Oscar en Santurce para salir hacia las montañas de Morovis. En el camino, él y yo nos hicimos los más panas. A través de 2 horas y poco de camino ida y vuelta, compartimos historias, anécdotas, libretos, planes, chistes, cuentos, penas y canciones.

Hoy día nos encontramos en el bistro Macchiato Coffee Deli en Miramar, para hablar sobre una tacita de Café italiano Mauro, los planes que Oscar tiene para El Nido. Llegó con su inseparable perrita Gran Danés Nala, quien se acostó al lado de nuestra mesa en lo que conversamos.

Oscar y el Yoga
Lleva 10 años practicando yoga, y poco más de 1 año como maestro. Ahora mismo su esfuerzo lo dedica al OHGA SUP (Stand-up Paddleboard), y lo encuentras casi a diario en la Laguna del Condado junto a varios participantes del yoga sobre una tabla flotante.

Guerrero busca el contacto directo con la naturaleza, por eso sus dos escenarios de clase son el Nido y el paddle en la Reserva Natural en la Laguna del Condado. Su práctica se inclina a la búsqueda de la interacción de la conciencia con la respiración, “...después de todo, la respiración es el instrumento para superar cualquier situación”, comenta.


Como maestro, su clase es en extremo relajante. Oscar es un tipo muy dulce, y eso lo traduce a su manejo de la clase con el uso de su voz y al corregir posiciones.

El Nido del Guerrero 
En este momento El Nido, el santuario, se encuentra en un crecimiento natural y orgánico, con los espacios habilitados para la meditación y el yoga, con la sutileza de una huella que sea compatible con el ambiente. Que las esplanadas abiertas sean a su vez parte integral del litoral.
El solar en que se encuentra El Nido del Guerrero comprende la ladera de una montaña, desde el punto más alto hasta el río en que termina abajo. 

El recorrido de meditación y yoga comienza en la casita en el tope de la montaña. Una rústica y pintoresca estructura decorada con motivos alusivos al yoga hindú y a la cultura taína. Aquí comienza la preparación para lo que en principio es la bajada al río. Se lleva solamente lo necesario para meditar, y para secarse una vez se sale del río a comenzar el regreso.

¡Chequéate a Nala en el agua!
La primera parada en el trayecto es en el Charco de los Suspiros, un pequeño lago rodeado de árboles, con una corta cascada al costado. En este punto, Oscar ha instalado un columpio de soga para balancearse en el aire sobre el charco. Al principio el arnés de seguridad puede desconcertar, pero una vez le coges el truco, te parece que vuelas por el aire sin amarras, y la experiencia es espectacular.


Lo próximo es la bajada. La ladera de la escarpada montaña tiene un camino natural que te lleva hasta el río, con segmentos en que hay que bajar haciendo “rapelling” con sogas, y la advertencia de que al regreso, habrá que subir por el mismo lugar y con la misma soga.

La segunda parada es un claro en el camino en que se ve la montaña entera. Aquí comienza la sesión de yoga, para hacer la “Posición de la Montaña” Tadasana, una pose que utiliza las piernas para cimentar el cuerpo en forma de monte. Muy acertado el sitio y la posición, porque te hace sentir como parte del litoral.


La tercera parada, luego de bajar par de tiros de soga, es una amplia esplanada rodeada de árboles altísimos y tronco grueso. 
En este punto Guerrero ha instalado una serie de vigas de bambú para colgar las telas y hamacas del yoga aéreo, si fuese esa la clase. La primera vez que estuve utilizamos el área para meditar, acercarnos a los árboles y hacer apropiadamente, la “Posición del árbol” Vrikshasana. Oscar se conoce al dedillo los árboles de la finca, y te puede recitar las variedades de cada uno, particularmente en este lugar.


Finalmente se llega al río. El Río Sana Muertos, según la leyenda, obtiene su nombre porque hace años traían a los enfermos a bañarse en él, y milagrosamente se curaban. La ribera del río está formada por anchas piedras que forman terrazas naturales, ideales para ejercitarse. Hacia dondequiera que miras sólo hay vegetación y ni una sola casa cercana. Aquí se siente mucha paz.

La clase de yoga concluye aquí, con las posiciones regulares de una clase en un salón, pero en plena naturaleza y con el sonido del río como fondo. Al terminar, la meditación tradicional de Shavasana se hace acostado en las piedras dentro del río, mientras el agua te cruza el cuerpo de la cabeza hacia los pies.

La bajada desde el tope, con las consabidas paradas, toma cerca de hora y media. Después de terminada la clase, se toma una merienda ligera de frutas y vegetales, y al rato se comienza a subir. La subida toma unos cuarenta minutos, justo antes de la caída del sol.

Algunos fines de semana El Nido anuncia actividades de dos o tres días, usualmente en temporadas de luna llena, eclipses o celebraciones naturales significativas. Nunca las he hecho, pero me cuentan que a veces duermen en casetas al lado del río (otras veces en la casita sede) o hacen ritos con fogatas, caminatas sobre fuego, música de tambores y flautas.

Entre los planes futuros, Oscar me explica la construcción de balsas de bambú para flotar “paddle” en el río; siembra auto-sustentable de los vegetales y frutas usados en la merienda; y la adopción de la comida ayurveda, la medicina hindú, para mejorar la salud. 

TainoTi... ¡Que el espíritu del bien te acompañe siempre!

Al rescate del idioma taíno
Me cuenta Oscar que participaba de un temazcal*, cuando se le acercó la mujer indígena taína Pluma del Viento, que estaba haciendo armaduras de achiote. Al verlo, le dijo “Tu luz es tanta que a veces andas solo en tu sombra”, entonces le dibujó en el pecho el símbolo indígena del origen: un círculo que encierra un punto, que significa la semilla.

Desde ese día Oscar ha pensado mucho en su origen, y a diario le ocurren manifestaciones de esa idea. Hace muy poco, estuvo retratando una boda budhista, un culto puja al dios Shiva. Los textos recitados en la ceremonia estaban escritos en el antiguo sánscrito, y hablaban sobre la rencarnación.

“Pensé en el Padre Nuestro en taíno, igual que el ‘Ohm’ que se recita al principio de una sesión de yoga. Se trata de compartir el conocimiento ancestral, por ejemplo en nuestra dieta alimentaria que tiene ejemplos de la herencia indígena como la yuca, el pescado, el agua de coco...”, me explica. Hace tiempo que estudia el idioma nativo, e inclusive utiliza la frase Taino-Ti, ¡Que el espíritu del bien te acompañe siempre! en sus prácticas en el Nido.

Como yo nunca había escuchado el Padre Nuestro taíno, le pregunté y me lo recitó de memoria. Aquí lo transcribo para los interesados.

Nuestro Padre (en el idioma taíno)
Guakia baba (Nuestro Padre) 
turey toca (esta en el cielo) 
guami-ke-ni (Rey del mar y tierra) 
guami-caraya-guey (Rey del sol y luna) 
guariko (ven a) 
guakia (nosotros) 
tayno-ti (bueno, alto) 
bo-matun; (grande, generoso) 
busica-guakia (danos) 
aje-cazabi; (pan) 
juracan-na (espiritu malo, no) 
maboya-ua (fantasma, no) 
jukiyu-jan; (espiritu bueno, si) 
Diosa (de Dios) 
nabori daca (criado soy) 
Jan-jan catu (Así sea.)

Oscar bromea que estudió “electivas”, porque aunque sus estudios eran en Arquitectura, fueron las clases en Bellas Artes, Fotografía y Teatro las más que lo satisfacían. Luego de la UPR, se fue a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, arte, video y fotografía. 

Como actor, su carrera se ha dirigido mayormente al Cine en películas como: Crossbones, Favela, In the Blood, Rum Diaries, Miente, Around June, Entremedio, Witness; y a la Televisión, en series y programas como: Hom3Land, en su tercera temporada, White Collar, Don Amor, Las Dos Caras de Jano, El Brindis del Bohemio, Vanished, La fiebre Nacimiento, El Tesoro del Yunque, Locos de Amor; En teatro: Stereotipas, Yepeto, Noche de Reyes, Grease (Musical), SS Titanic (Musical) y Areyto Pesaroso, son algunos de los proyectos en que ha trabajado.

El padre, la pareja y el amigo
Oscar tiene un hijo de 8 1/2 años llamado Ilán. Dice que es su maestro, porque de él ha aprendido mucho. Ilán es un gimnasta excepcional acostumbrado a llegar siempre en primer lugar. 
Hace unos días no ganó en una competencia, y eso le ha servido como lección e impulso para mejorar y prepararse para llegar a una competencia en Florida. Para Oscar, la manera en que Ilán ha asimilado ser un casi-ganador, ha sido una lección también.

Guerrero está enamorado de la actriz Laura Alemán. Cumplen 1 año y dos meses como pareja. “Un año y dos meses de amor intenso, exquisiteses, crecimiento individual y de pareja, de agendas modificadas”, me comenta con una sonrisa. 
“Laura es mi cómplice, y la de Ilán también, porque ella ha asumido el papel de madrastra cariñosa. En la casa nos nutrimos de Benedetti, Neruda, Silvio, y hasta del reguetón, si es apropiado”.

No puede faltar el tema de mi amiga Nala, la perrita Gran Danés, que se puso contenta de verme después de unos meses y me babeó toda la cara. “Como tu tratas a un perro es la forma en que te relacionas con las personas”, me dice Oscar, que siempre anda con ella. Nala tiene 2 años y medio, y es pisciana porque nació el 17 de marzo del 2011. Un ratito después se nos unió Laura, que venía con una perrita Shar-Pei rescatada, que va a unirse al hogar desde hoy. Se llama Ita.

Foto: Giován Cordero
Oscar Guerrero tiene muchos proyectos en sus hombros, y los carga con tenacidad. Todos, sin embargo, tienen en común su regreso al origen: El Nido en el lugar donde nació, la búsqueda de su espiritualidad e idioma indígena, y su hijo como símbolo de crecimiento desde la semilla. Siempre le he dicho que es mi amigo más dulce. Por eso está destinado a caminar solo en su sombra. Es que la luz de Oscar, es demasiada.



* Temazcal - Su nombre de raíz nahua significa casa de vapor (Temaz - vapor, calli - casa). Técnicamente el temazcal sigue el mismo principio que el del baño Finlandés sauna: es una estructura cerrada de pequeñas dimensiones en la cuál se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. Sin embargo no se vierte agua sobre las piedras para producir el vapor sino una infusión de plantas medicinales.


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