domingo, 27 de octubre de 2019

El crème brûlée no lleva maicena


Creme Brulée de Bazille, en el Mall de San Juan, Puerto Rico
Estuve en una actividad en donde sirvieron crème brûlée de postre. La “crema quemada” no tenía la consistencia necesaria y parecía más una sopa que un flan. Al parecer la chef no usó las suficientes yemas de huevo para que cuajara o no lo cocinó el tiempo necesario. Aunque estaba sabrosa, era muy líquida, como una salsa crème anglaise, la precursora del crème brûlée.
Una comensal le envió mensaje a la chef de que a su receta le faltaba fécula de maíz maicena para solidificarla. El gerente le pidió mil disculpas, le aseguró que era la primera vez que pasaba, y le explicó que el postre siempre había salido con la consistencia adecuada. De todos modos, se ofreció a llevar el mensaje para “corregirle” la receta a su chef.
En un aparte con él, le pregunté si la chef usaba maicena en ese postre, y me contestó “No. Siempre cuaja la crema con yemas de huevo solamente”. “Exacto”, le comenté. “La crème brûlée es una receta clásica que no lleva maicena. 
Natilla. Foto suministrada. DR
La señora la confunde con una natilla que sí se hace con maicena, pero ese es un plato distinto. La chef está haciendo lo correcto y probablemente fue un error en el proceso”.

El postre
Creme Brulee en Muzzarella, San Juan de Puerto Rico
El crème brûlée es una receta de flan hecho de crema nata o leche; azúcar, y se cuaja con yemas de huevo. Usualmente está aromatizado con vainilla, ralladura de limón o de naranja. El distintivo del postre es que lleva una fina capa de caramelo duro por encima, hecho de azúcar quemada con una salamandra o con una antorcha.
El Chef Francois Massialot.
Foto suministrada. DR
Como muchas recetas clásicas, existe una disputa sobre si su origen es francés o inglés. La primera mención del crème brûlée en un libro de cocina es en el Nouveau cuisiner royale et burgeois de François Massialot, publicado en el 1691. 
Foto suministrada. DR
El autor francés, que era  chef del Duque de Orleans, hermano del Rey Sol Louis XIV - y de otros personajes de la nobleza, escribe una nota en la receta que dice: 
“Es importante echar bastante azúcar encima, aparte del azúcar que lleva en la mezcla. Se coge la paleta del fuego al rojo vivo y se quema el azúcar con ella a fin de que coja un hermoso color dorado.” 
Foto suministrada. DR
El libro fue traducido al inglés como The Court and Country Cook y publicado en 1702. 
Chocolate. Foto suministrada. DR
Vale mencionar que en este libro aparecen las primeras dos recetas en que se usa chocolate en la historia, que antes de eso se usaba sólo como una bebida. 
El chef lo utiliza para hacer un flan y una salsa dulce; que probablemente son los precursores del mousse de chocolate... pero eso lo indagaré en otro momento.
Foto suministrada. DR
Se dice que probablemente Massialot combinó dos recetas de un libro de cocina anterior al suyo, y las perfeccionó. El libro El cocinero francés de François Pierre de La Varenne, del 1651, menciona dos recetas parecidas: Huevos con leche y Huevos a la crema, hechas con huevo batido, crema, mantequilla, sal y azúcar. Estas cremas se queman con la salamandra y después se espolvorean con azúcar sin caramelizar. 
Sopa de Cebolla. Foto suministrada. DR
El quemado con salamandra aparece en ese libro, pero en otros platos salados, como las tostadas con queso y la sopa de cebolla.


En España
Crema Catalana en La Casa de España
en San Juan de Puerto Rico
En Cataluña, un postre parecido se llama Crema Catalana, o Crema de Sant Josep -que sí lleva maicena- y se prepara tradicionalmente el 19 de marzo, día de San José. 
Se dice que las monjas de un convento catalán hicieron un flan en honor de un obispo que venía de visita. 
Crema Catalana de Casa Manolo en San Juan de Puerto Rico
Desafortunadamente, el flan quedó tan líquido como el de nuestra -casi amonestada- amiga chef, así que una de las religiosas le echó caramelo hirviendo por encima. Al comerse el flan, el obispo se quemó y gritó “¡Crema!”, que aparte de “nata”, significa “quema” o “está caliente” en catalán. Desde ese día al postre también se le llama crema cremada.
Turrón de yema. Foto suministrada. DR
La crema sin quemar se usa como crema pastelera en otros postres y confecciones como las cocas de fruta. También se hace una versión de turrón de yema, que lleva caramelo quemado por encima. Este sabroso turrón se consigue en Puerto Rico usualmente para la época navideña, en las reposterías y tiendas de productos españoles.
Tarta de Santiago. Foto suministrada. DR
Igualito que en España la tarta de Santiago lleva el diseño de la Cruz de Santiago hecha con un stencil y azúcar en el tope, 
Tarta de Trinity College. Foto suministrada. DR
en Trinity College de Inglaterra queman el crème brûlée con una salamandra en la forma de su escudo heráldico. ¡Muy cool!


La salamandra
Salamandra. Foto suministrada. DR
He mencionado la salamandra en varias veces, pero no me refiero a un reptil al horno, sino a un implemento de cocina. El instrumento de hierro en forma de paleta se coloca en el fuego hasta que está candente, y luego se retira por el mango para no quemarse. La placa caliente se coloca sobre el azúcar, el queso o la cobertura que se quiera dorar y luego se retira. 
Hierro. Foto suministrada. DR
La salamandra tiene el mismo concepto del hierro con que se marcaba un logo en el ganado para distinguirlas de las pertenecientes a otra finca, pero menos doloroso.



La antorcha
Creme Brulée en Caffiato, San Juan de Puerto Rico
Otro método para quemar el postre es con un soplete de gas, y se le aplica la flama directamente al azúcar hasta que carameliza. Es importante aclarar que el gas que se utiliza para este sistema, debe ser de “grado alimentario” porque otros gases pueden ser tóxicos al ingerirlos. 
Antorcha. Foto suministrada. DR
Esta antorcha se consigue facilmente en tiendas especializadas en implementos para cocinar, y viene de distinta calidad: desde casera hasta comercial.

El broiler o la salamandra de gas
Salamandra de gas. Foto suministrada. DR
Una última manera para brulear es con una salamandra de gas, que no es otra cosa que un horno con la llama de gas desde arriba. Este método se tarda un poco más que los otros dos, porque el calor no le llega directo como una placa sobrepuesta o una flama dirigida al azúcar, sino que funciona con el calor ambiental dentro del ensér como tal. Este pieza también se consigue en su versión eléctrica.

La receta del crème brûlée

1 litro de crema de leche, nata, heavy cream
6 yemas de huevo
½ taza de azúcar
1 vainilla, abierta y raspada
Azúcar para caramelizar - Es una buena idea utilizar azúcar en que se ha guardado vainas de vainilla, porque tiene ese sabor cuando carameliza.
Sabores opcionales:
• Naranjas 
• Agua de azahar
• Limón

Procedimiento:
Precalienta el horno a 325°.

Creme Brulee de Madeleine Café Bistro
en San Juan de Puerto Rico.
Vierte la crema y la vainilla con su pulpa en una olla y calienta a temperatura medio-alto hasta que hierva. Retira del calor y deja enfriar cubierta por al menos 15 minutos. Saca la vainilla, lávala y guarda para otra ocasión.
En un envase mediano bate las yemas y el azúcar hasta que estén amarillo claro. Poco a poco añade la crema a temperatura ambiente, batiendo continuamente. Divide la mezcla en 6 ramekins (de 7 a 8 onzas). Coloca los ramekins en un molde grande, con agua caliente hasta la mitad en forma de baño de María. Hornea de 40 a 45 minutos hasta que estén cocidos pero cremosos en el centro.
Creme Brulée en Caffiato, San Juan de Puerto Rico
Retira los ramekins de la bandeja y refrigera por un mínimo de dos horas. Para llevar a la mesa, espolvorea el tope con 2 ó 3 cucharadas de azúcar. Usando la salamandra o la antorcha, derrite el azúcar hasta que caramelice. Espera unos minutos antes de servir.


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domingo, 20 de octubre de 2019

La peligrosa tarta Tatin

Dicen que Stéphanie Tatin estaba cocinando manzanas para una tarta, cuando se percató de que estaban a punto de quemarse. La mezcla de azúcar y mantequilla ya se había convertido en caramelo, y para salvar el postre, le puso la masa por encima a la sartén y la metió en el horno. 
Las hermanas Tatin.
Foto suministrada. DR
Al voltear la tarta pensó que estaba presentable y la sirvió a los huéspedes de L’Hotel Tatin, que manejaban ella y su hermana Caroline. 


El pintor Claude Monet.
Foto suministrada. D
El hotel era muy frecuentado porque quedaba cerca de la estación del tren y hasta el pintor Claude Monet era un “frequent diner” los domingos. Resultó que a los comensales les fascinó el postre, así que lo dejaron como parte del menú regular. 

El Hotel Tatin en Lomotte-Beuvron, Francia.
Al día de hoy, el hotel en Lomotte-Beuvron al sur de Francia, se promociona como la cuna de esa tarta, que comenzó con un descuido en los 1880s.


La receta ahora se conoce a través del mundo, y se hace con todo tipo de frutas, como es mi caso en este artículo que la hice con peras Bosc.

Postre "Trifle" de crema, fresas y chocolate.
Si me has leído antes, ya sabes que aprovecho las cenas especiales de mi familia como Acción de Gracias o Navidad, para experimentar haciendo postres que resultan trabajosos como la torta Selva Negra, la Sant Honoré o el trifle, y que los documento para el “blog”. 
Flan de queso Manchego.
Pues esta vez hice dos recetas: la tarta Tatin que tenía planificada hace días, y un flan de queso manchego que sugirió mi cuñado Angel. De ese flan hablamos en el próximo artículo. 



Primero, la tarta Tatin
Como siempre me pasa, lo dejé todo para última hora y después estaba estresado. Fui al supermercado a conseguir una masa de hojaldre puff pastry para la tarta y evitarme ese rollo, pero lo olvidé y compré todo menos eso. En una visita a otro colmado encontré masa phillo, y pensé que la base de la tarta con ese tipo de hojaldre sería espectacular, así que compré esa.


Pera Bosc. Foto suministrada. DR.
Había varios tipos de pera, pero la más vistosa para las fotos -aunque probablemente no sea la mejor para el dulce- era la pera Bosc. Me encantan los tonos marrones y verdosos que tiene esa cáscara, y hasta las manchas se ven bellísimas. Esa pera tiene una calidad otoñal maravillosa, aunque luego de caramelizada no se sepa cuál pera es cuál.

Hice research como siempre sobre la tarta: su historia, distintas recetas, videos e ideas. En todas menciona la seguridad como una de las cosas más importantes al hacer este postre. 
Termómetro
para dulce.
Foto Suministrada
DR
El caso es que el punto de ebullición del caramelo va entre 338 a 350 grados farenheit, que es mucho más alto que el del agua que es de 212, o sea que si te quemas con sirop caliente, el daño es mucho mayor que si te cayera agua hirviendo. Esta tarta requiere manipular mucho el caramelo, y hasta voltearla inmediatamente sale del horno para que no se pegue, así que la posibilidad de quemarse es bien alta. Bueno, sin saber cómo, con todo y las precauciones, me quemé. No mucho, pero suficiente para que me doliera un par de días. Ni modo.

Licor de canela hecho en casa.
En uno de los videos el chef usaba cognac en vez de agua para hacer el caramelo. Se me ocurrió usar el licor de canela que hice cuando escribí el artículo del limoncello. Ese cordial quedó con un sabor muy suave, delicado y a la larga ni siquiera se reconoce en el almíbar, porque entre el dulce y el alcohol se confunde un poco. Definitivamente el aroma de la canela llenó la cocina. También se me ocurre usar licor Pear Williams o hasta el jugo de la fruta que se use en la tarta: como jugo de manzana, o sidra. La selección es infinita.

Finalmente la tarta quedó espectacular y todos en la cena la disfrutaron mucho. Pienso hacer una versión con bananas o higos pronto, en una sartén pequeña y con menos posibilidades de quemarme. También una versión salada que vi con tomates, cebollas y romero en aceite de oliva en vez de caramelo.


Otra cosa que supe
Tarta comercial en Francia. Foto suministrada. DR
Resultó que antes del cuento de las hermanas Tatin, en el vecindario ya se hacía una tarta exactamente igual llamada tarte solognote, del área de Solognote, cerca del hotel, así que este era un postre tradicional antes de que ellas lo “inventaran”. 

Chef Antonin Careme.
Foto suministrada. DR
De todos modos el repostero Antonin Carême ya había mencionado los gâteaux renversés -bizcochos al revés- adornados con manzanas, en su libro Pâtissier Royal Parisien para el 1841.
Tampoco es que las hermanas alardearon de su receta, porque ni nombre le pusieron. Fueron el autor Curnonsky, y el dueño del restaurante Maxim’s de Paris que le nombraron “tarta Tatin”.

Pero la trama se complica
Louis Vaudable. Foto
suministrada. DR.
Existe la leyenda de que Louis Vaudable, el dueño de Maxim’s comió la tarta y le encantó, así que la  añadió a la carta del restaurante. Vaudable escribe:
“Yo solía cazar cerca de Lamotte-Beuvron cuando joven, y descubrí un maravilloso postre en un pequeño hotel que manejaban una viejitas, y le llamaban tarte solognote. Le pedí la receta a los cocineros pero se negaron. Yo estaba decidido a obtener la receta así que pedí trabajo como jardinero, aunque me despidieron a los tres días porque yo no sabía ni sembrar un repollo. De todos modos ese tiempo fue suficiente para averiguar los secretos de la cocina. Traje la receta de vuelta y a puse en mi menú con el nombre “Tarta de las señoritas Tatin”.
Restaurante Maxim's en Paris.
A todas luces esta historia es imposible porque Vaudable tenía 4 años cuando las hermanas se retiraron y finalmente murieron unos años más tarde. Para colmo, la familia Vaudable no compró el restaurante Maxim’s hasta el 1932.

La primera receta
Los ingredientes de la tarte Tatin tienen muchas variantes, para comenzar, el tamaño de la sartén en que la vas a hacer. Probablemente una taza de azúcar para una sartén pequeña sea demasiada. Por eso no voy a poner medidas específicas sino generales explicando la lógica.

Los ingredientes:
Para el caramelo: Azúcar; Agua, licor o jugo de fruta; Mantequilla
Para la masa: Pasta de hojaldre o “pie crust”
Frutas cortadas

El procedimiento:
Precalienta el horno a 350º F.
Cubre el fondo de la sartén con bastante azúcar y aproximadamente una cuarta parte de esa medida en líquido. Hierve en la estufa hasta que el caramelo esté dorado. En ese momento echa la mantequilla hasta que se derrita y haga una salsa cremosa. Cuidado aquí, porque el caramelo reacciona violentamente al echarle la mantequilla.
Coloca las rebanadas de fruta de manera creativa. Recuerda que finalmente lo que está abajo va a quedar hacia arriba, y este es el momento de hacer un diseño agradable a la vista. Deja cocinar hasta que la fruta esté cocida. El líquido que suelta debe diluir un poco el caramelo y va a ayudar a cocerlas.
Corta la masa de hojaldre estirada en forma de círculo un poco más grande que la sartén. Una vez la fruta esté lista y el líquido haya reducido, cubre el tope con la masa de hojaldre y acomoda el borde en forma de labio para que forme un envase que contenga el sirop una vez la gires. Pincha con un tenedor para hacer huecos que dejen salir el vapor.
Coloca la sartén en el horno y cuece hasta que la masa esté dorada, algunos 15 minutos. Retira la sartén del horno y deja reposar cinco minutos. Inmediatamente tapa la sartén con una bandeja o el plato en que la vas a servir y voltea el postre con un movimiento rápido. Este momento es crucial y peligroso: si volteas acabado de salir del horno te puedes quemar, si esperas a que enfríe se pega. 
Este postre es mejor hacerlo cuando se va a comer. La masa se humedece con el tiempo y el caramelo se pone muy viscoso al enfriarse. Definitivamente no es el mejor postre para confeccionar si tienes una cena y quieres disfrutar fuera de la cocina, porque requiere bastante atención en el proceso. De todos modos, no dejes de probarla porque es muy rica.
¡A votre santé! ¡Buen provecho!


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