viernes, 31 de mayo de 2013

Como cuando no quieres comer carne... pues así

Piñón de amarillos con ensalada de garbanzos en Freshmart

En cualquier restaurante que vayas puedes comer “vegetariano”, haciendo la selección correcta del menú. En alguno será pizzas o pastas, en otros “stir-frys”, y en todo caso puedes ordenar una ensalada. A veces, sin embargo, es un poco frustrante ser el único en la mesa que sólo come ensalada, porque el local no ofrece ninguna otra alternativa.

Hace unos meses me di a la tarea de probar algunos establecimientos en San Juan, que se dedican a la comida vegetariana. De ninguna manera traté de hacer de un experimento concertado, sino de visitas informales para almorzar, y luego anotar mis impresiones. Muchos de estos restaurantes son parte de una tienda de víveres saludables (health foods), y en casi todos el costo del almuerzo no pasó de los nueve o diez dólares.
Aquí una lista parcial de restaurantes divididos por área, con su dirección, teléfono y una corta descripción. Muchos de ellos tiene su página en Facebook.


EN HATO REY:


La Zanahoria

dentro de Al Natural Health Food

Avenida Eleanor Roosevelt 214, Hato Rey • (787) 756-6760
https://www.facebook.com/pages/La-Zanahoria/453724224647730
El sitio es muy acogedor sin ser pretencioso, y muchos de los comensales son oficinistas de la cercana “Milla de Oro”. Tiene un menú de cuatro o cinco especiales diarios, entre los que puedes encontrar: Berenjena parmesana; “Vegimax” de vegetales con salsa de guayaba; Piñón de amarillos; Albóndigas de zanahoria o de falafel; arroz integral, habichuelas y ensaladas. Batidas, jugos naturales y frappés.
El local tiene poco estacionamiento, pero en la calle lateral (del cuartel de policía) siempre hay espacio.

Govinda's Veggie Garden

Avenida Eleanor Roosevelt 131, Hato Rey • (787) 754-6959

https://www.facebook.com/pages/Govindas-Veggie-Garden/409951925735834
Siempre tiene un par de especiales del día, pero puedes pedir de un menú a la carta que incluye emparedados. Koftas (albóndigas de garbanzo); Vegetales guisados al curry; Lasagna de vegetales; Berenjena a la Milanesa; batidas y jugos naturales. Los viernes por la noche hacen pizzas de 6:00 a 9:30pm. 
Este pequeño restaurante, manejado por integrantes de la fe Hindu, tiene una pequeña librería de textos religiosos tales como el Bhagavad-Gita. Su sencilla decoración incluye varias imágenes indias, así como la música ambiental. Los miercoles desde las 6:00 pm, tienen Bhakti-Yoga y Maha-Mantra y hacen kirtan, una forma de meditación de grupo en el que cantan el mantra Hare-Krishna, acompañado por instrumentos musicales.
El local tiene poco estacionamiento.

Freshmart

Calle Calaf esquina Federico Acosta, Hato Rey • (787) 282-9108
La cafetería de este colmado es estilo buffet. A diario tiene varios especiales, y usualmente incluye alguna carne, ave o pescado. Hay muchas ensaladas distintas y una nevera de bebidas para escoger.
Entre los especiales del día, se encuentran la Lasagna de vegetales; Piñón de amarillos; y Gnocchi de papa con setas y cebolla. La ensalada de garbanzos merece una mención aparte. El colmado provee un área de mesas para sentarse a comer.
Tiene poco estacionamiento al frente, pero se puede usar el del pequeño centro comercial al que está adosado.


SI ESTÁS SANTURCEANDO:


Cronopios - Café Literario

Avenida De Diego 314, Santurce • (787) 998-6566
https://www.facebook.com/LibreriaCronopios
Aunque tiene varios especiales del día, me parece que lo fuerte de este café son las ensaladas. Hay una buena variedad de combinaciones de granos, vegetales y aderezos que son muy sabrosas. Sirven un excelente café local, y el ambiente es de librería, arte y para tertuliar.
Al cruzar la calle hay un solar baldío en el que te puedes estacionar gratis.

Kamoli Kafé y Butik

Calle Loíza 1706, esquina Taft, Santurce • (787) 721-4326
El ambiente es que estás almorzando en un pulguero. Hay refranes escritos en las paredes, libros que sirven para sujetar el mostrador, y páginas de revista vieja que se usan como “place-mats”. 
Las Tostadas francesas integrales rellenas con "gianduja" (Nutella) son particularmente especiales, y el café es excelente.
El local tiene un poco de estacionamiento por la entrada de la calle Taft.



The Garden

Calle Laurel 2413, Punta Las Marías (al lado de Che’s) • (787) 963-0087
https://www.facebook.com/TheGardenRest
Este es el más “high-end” de todos los restaurantes visitados, y aunque se basa en la cocina vegetariana, incluye varias carnes y tiene dos barras, una de ellas al aire libre para complementar el ambiente playero del área. El menú incluye varios aperitivos, platos principales y emparedados regulares, veggie burgers y “wraps”. El Chocolate mousse es excelente, al igual que el Refresco de tamarindo.
Tiene un área para estacionamiento bastante grande.

EN RÍO PIEDRAS:


Vigor Health Food

Calle Coll y Toste No. 318, Urb. Baldrich, Río Piedras (Frente a Buxeda) • (787) 751-8775
Una pequeña y acogedora cafetería con varios especiales creativos para almorzar, como el Souffle de petit-pois y la Ensalada de chayote. También ofrecen platos conocidos como  arroz con gandules y la Lasagna de vegetales.
El local tiene poco estacionamiento.

The Right Choice

Avenida Américo Miranda 1023, Río Piedras (cerca del Centro Médico) • (787) 765-1744
Una pequeña cafetería que ofrece varios especiales en un horario reducido.  El Pastel de yuca relleno de papas y zanahoria, con ensalada estuvo memorable.
El local tiene bastante estacionamiento al frente, aunque la calle es bastante concurrida.

La Buena Mesa de Oscar

dentro de El Nuevo Lucero Health Food
Avenida Américo Miranda 1160, Río Piedras • (787) 753-7908
Este buffet vegetariano es el más variado de todos los que he visitado. La cantidad de especiales, platos regulares y acompañantes es tan impresionante que se hace difícil escoger. El único detractor a la hora del almuerzo es la lentitud en el momento de pagar.
El local tiene mucho estacionamiento, con seguridad, al frente y atrás.


Este listado no intenta ser un endoso para ninguno de los sitios mencionados, sino un poco de alternativas para los que como yo, han optado por no comer carne. Hay muchos más restaurantes que sirven este tipo de comida, y en un futuro cercano estaré presentándolos. Por el momento, ¡Buen provecho!

jueves, 16 de mayo de 2013

El dulce guarapo de la caña


Me preguntaba el papel que juega el guarapo de caña en la nutrición de una persona que evita las azúcares refinadas en su comida, siendo la caña precisamente la fuente de donde se saca el azúcar.


La pregunta se la hice a Oscar Ríos, dueño del puesto Trapiche en la Placita de Plaza Las Américas. En ese mostrador, Oscar prepara “frappés” de frutas naturales con guarapo, aparte del refresco como tal.

“El guarapo es completamente natural y no ha sido procesado”, contestó. “Es lo mismo que el azúcar negra, de hecho puedes probar ambas cosas a la vez y sabe a lo mismo. La diferencia es que el azúcar negra está hervida para evaporarle el agua, y ya ahí tienes un primer proceso.”

Ríos tiene una finca en San Sebastián del Pepino, en donde cultiva la caña de azúcar de la cual saca el guarapo que vende en su puesto.

“He escuchado que en Brasil el guarapo se usa como bebida energizante natural para atletas de distintos deportes. Es bien alto en Vitaminas B3, B6, B9, hierro y carbohidratos, y he escuchado que también es bueno para personas con Artrítis.”

También me comentó que el guarapo se toma en la República Dominicana mezclado con jugo de china, y lo llaman Guarachín. Se puede mezclar con gengibre o con limón para hacer refrescos bien ricos y nutritivos.

“Es bien importante mezclarlo al momento de tomarse, porque se fermenta rapidamente. No lo puedes mezclar con otra fruta y dejarlo en la nevera porque se daña”, terminó.

Por mi parte he visto que el guarapo se usa en los bares como sustituto del sirop simple para tragos como el ‘mojito’, mezclándolo con ron, jugo de limón y hojas de menta. También que es bueno para las personas asmáticas, muy dañino para los diabéticos, y que lo recomiendan para mujeres recién paridas que no producen leche.

El guarapo se obtiene de la caña de azúcar (Saccharum officinarum), una planta oriunda de asia, importada por los colonizadores españoles y que llegó a ser el primer renglón económico de Puerto Rico. Se extrae a través de un molino llamado “trapiche”.

Finalmente queda claro que el guarapo de caña lo puede tomar cualquier persona que evite consumir azúcares refinadas, tal como si fuera el jugo natural de una fruta fresca. 

Si interesas información sobre la caña de azúcar, el trapiche y el guarapo, puedes chequear las siguientes páginas:

La industria del azúcar en Puerto Rico
http://www.preb.com/apuntes5/inazucar.htm

El cultivo de la caña en Puerto Rico
http://www.proyectosalonhogar.com/azucar/indice.htm

miércoles, 15 de mayo de 2013

Arroz Psicodélico


¡Frambuesa piragua, blanco como el coco, amarillo mango!
Verde quenepa... ¡Azul de adoquines, rojo flamboyán, turquesa del mar!
 


Cuando llegué al deli de Fresh Mart, me sorprendió una gigantesca bandeja de arroz “shocking pink”, fucsia, rosado fluorescente... ¿Qué rayos? Inmediatamente me vino a la mente la canción del exitoso comercial “Los colores de mi tierra” de las pinturas Harris. Un minúsculo letrero identificaba la bandeja como Arroz con Remolachas. Ah, bueno.

Ya he cocinado remolachas frescas, y estoy al tanto de que tiñe todo lo que coge a su paso: el tope del mostrador y el picador, el cuchillo con que las pelas, la olla en que las cocinas... y tus manos. No me sorprendió que el arroz tomara ese brillante color, que acá entre nosotros me pareció bastante poco apetitoso, aunque muy curioso. No lo comí, porque ese día había yuca en escabeche... y si me das a escoger entre arroz psicodélico y yuca... ya tu sabes.

Pero para no desviarme del tema del arroz... hace unos meses he encontrado que existen muchas variedades de arroz, aparte del blanco y el marrón de grano entero. Perdona mi ignorancia, pero en mi casa cuando niño se comía arroz blanco con habichuelas o cualquier otro grano... junto o guisado aparte. Los demás arroces los he venido a descubrir más tarde en mi vida, en una búsqueda por evitar los almidones poco nutritivos.

Ese interés me llevó a encontrar el arroz negro “prohibido”, llamado así porque se cultivaba exclusivamente para el emperador chino y su familia, quienes vivían en la “ciudad prohibida” en Beijing. Los chinos tenían esa costumbre - la de prohibirle  comidas, pasar por áreas y el uso del color amarillo en su ropa- a las clases que no eran de su casta. Nada que ver con negarle derechos humanos a la gente con quien convives, pero eso es “harina de otro costal” y no me voy a desviar del tema del arroz por el momento.

Otro arroz que descubrí fue el rojo, de Bután: cultivado en esa ciudad de las montañas del Himalaya. Este arroz no está prohibido, pero precisamente por el distante lugar de su siembra y la poca cantidad que se produce, es en cierto grado “prohibitivo” costearlo. La cubierta del grano es roja y su interior es blanco, sin embargo el agua en que se se hierve se pone roja y tiñe el grano completo, dándole un color uniforme para servirlo.

Ambos arroces se consiguen en la Isla, al igual que otros blancos como el Basmati, que al cocinarse emite un fuerte olor a nueces; y el Jasmín, que igualmente huele a flores.

Te invito a que experimentes con los colores de tu arroz, si no porque viene de ese color, por los ingredientes con que lo preparas: mucho recao, cilantro o pesto para un arroz verde; con zanahorias para que salga chinita, y hasta moras (blueberries) para hacer un postre de arroz azul. Ponte creativo en la cocina. Canta y usa los colores... que la Madre Tierra te da.

martes, 14 de mayo de 2013

Hablando de tamarindo...

Hace años que no pensaba en un tamarindo, esa fruta tremendamente agria que no había comido desde que era muy niño, e inclusive entonces, muy pocas veces. 

Hace un par de semanas mientras almorzaba en un restaurante de comida vegetariana, la mesera me ofreció refrescos de ajonjolí, de guanábana y de tamarindo - ¡ni me acordaba que existiera tal cosa como tamarindo! Bueno, la cosa es que terminé tomándolo, y con infinita curiosidad.

Días más tarde me topé con las vainas de la fruta en la placita del mercado. Una bolsa llena... más o menos una libra por un sólo dólar. Me pareció estupendo y la llevé a mi casa para hacer refresco. Si, ¿cómo se hace? Lo que tenía en la mano era una fruta de cáscara dura con una pulpa fibrosa y pepitas adentro.

Le pregunté a mis amigos cocineros, y a duras penas la contestación general fue que hirviera la pulpa en agua para que se disolviera y pudiera sacar la fibra y las semillas, colándolo. A duras penas, porque los que acostumbran usar tamarindo en sus comidas, lo hacen utilizando pastas comerciales que ya vienen procesadas.

Busqué en YouTube y efectivamente las instrucciones de los chefs de India, en donde se usa mucho la fruta, pedían que se hirviera. Solamente una joven dejaba la pulpa sumergida en agua "overnight" para ablandarla y separarla facilmente con los dedos al otro día. Más adelante mi madre me explicó que así era que la sacaba mi abuela. Ni modo.

Me dispuse a cocinar el tamarindo: era cuestión de romper la cáscara, sacar la pulpa y echarla en la cacerola... después de asquearme con la cantidad de insectos que había anidados dentro de las vainas. De eso sí me acordaba, ¿ves? Recordaba que de niño me asqueaba encontrar los insectos en la fruta. Esa parte no se me olvidó.

Nada, finalmente hice una base que he ido diluyendo en refresco poco a poco y disfrutándolo.

Buscando en el mercado chino de Hato Rey, sin embargo, encontré la solución a mi nueva "fiebre". La pulpa limpia de tamarindo, sin pepitas ni fibras (ni insectos). No es la fruta fresca, pero tampoco es la pasta procesada sino un producto intermedio... lo veo como que alguien ya pasó el trabajo por mi, pero sigue siendo natural.

Todavía no la he usado, pero más adelante te contaré cómo salió.