domingo, 7 de junio de 2020

Jacques Pépin: El Caballero de la Cocina

Esta anécdota ocurrió hace años, cuando yo trabajaba como Director Creativo de la desaparecida Vida Diaria, la primera revista dedicada a la gastronomía en Puerto Rico. Un día supe que la amiga Asela Crumley traía al chef Jacques Pépin como invitado a dar una clase en su tienda Kitchen World. Sin pensarlo dos veces me matriculé en la clase. Yo era lo que hoy se llama un “cocinillas” foodie; admirador de Pépin; y tenía varios de sus libros. Para mi era como si viniera un rock star.
Hablé con la gerencia de la revista para escribir un artículo, que finalmente se convirtió en una serie mensual llamada Los Grandes Chefs, y que en cierto modo es la semilla que generó con el tiempo, el blog Refresco de Tamarindo.


El chef Jacques Pépin.  Foto: José Marcano.
Allá para fines de los años 1950s, el chef francés Jacques Pépin (se pronuncia Jack Pepán), fue el chef del Presidente de Francia Charles de Gaulle y de los primeros ministros Felix Gaillard y Pierre Pfimlin.  Durante ese periodo de tiempo preparó banquetes para el presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower; el Mariscal Tito, presidente de Yugoslavia; para el discípulo de Gandhi, Jawaharlal Nehru, y para toda una impresionante lista de personalidades.
  
Con esta pieza de información, un poco más que pude encontrar y mi copia de uno de sus treinta y tantos libros para que lo autografiara, me dirigí a conocer a tan ilustre personaje.  Todo estaba listo, la libreta, el fotógrafo citado temprano, y los nervios de punta.  

El chef Jacques Pépin y yo. Foto: José Marcano.
Llegué al sitio de la entrevista media hora antes de lo pautado para que el señor Pépin no me tuviera que esperar. Unos minutos después, hizo su entrada.  Temprano también para que yo no lo tuviera que esperar.  Vino a saludarme con la cordialidad que lo caracteriza, con una sonrisa amable y con un apretón de manos sincero.  “No me llames Sr. Pépin”, me interrumpió, “llámame Jacques”.   Así, como dos amigos de siempre nos pusimos a conversar.

El chef Jacques Pepin. Foto: José Marcano.
Le pregunté si conocía la cocina Puertorriqueña después de haber pasado varias navidades en la Isla.  “¡Pero claro que la conozco.  En mi casa la comemos todo el tiempo porque mi esposa Gloria, es puertorriqueña!”.  Y pasó a contarme de sus comidas, del arroz con pollo, de las habichuelas, de cómo ha incluído el recao en el condimento de platos internacionales e inclusive que ha escrito sobre nuestra cocina en sus artículos en The New York Times.

El Autor
Foto suministrada. D.R.
Jacques Pépin ha escrito varios de los libros más importantes de la cocina mundial.  Entre ellos se encuentran La Methode y La Technique, dos libros que documentan todos los métodos y técnicas para la preparación de todo tipo de comida.  También es el autor de The Art of Cooking, un libro para el cual se tomaron más de 2,800 fotografías para demostrar paso a paso la confección de cada receta.  

El libro que yo llevo, The Short-Cut Cook, significa un cambio en su estilo.  “La casa publicadora que me representa, me pidió que escribiera un libro de recetas en las que hubiera que cocinar muy poco”, me explica.  “Pero ha sido muy fácil, porque son las cosas que se hacen día a día cuando uno llega del trabajo tarde y no tiene tiempo para hacer una receta desde su comienzo.  Uno  puede utilizar ingredientes que ya se encuentran a medio preparar en el colmado, como los vegetales congelados, la base para un pie, o un pudín al instante para usarlo como crema de rellenar.  De todos modos, en un buen restaurante existe el sous-chef, el asistente del Chef, quien prepara los ingredientes hasta cierto punto, pela y corta los vegetales, hierve algunas cosas y deshueza las carnes, así que yo pienso en el colmado como en mi asistente personal.  El fin de semana es otra cosa, porque tienes el tiempo para cocinarlo todo desde el principio”.  

La Estrella de Televisión
DVD. Foto suministrada. D.R.
La afición del señor Pépin lo ha llevado no sólo a escribir sus recetas, sino a demostrar cómo hacerlas.  Acaba de grabar su segunda serie de televisión para la cadena PBS-TV.  Today’s Gourmet, consta de 26 programas semanales en los que el televidente aprenderá a hacer las recetas que se incluyen en un libro de igual nombre, que acompaña la serie.  Aparte de éste, tiene tres videos en el mercado, y en unión a The Cleveland Clinic Foundation, creó dos juegos de video y libro:  A Fare for the Heart, con recetas beneficiosas para el corazón y A Fare that Fits, con recetas bajas en calorías.  
Foto suministrada. D.R.
Junto a la chef norteamericana Julia Child ha escrito varios libros y tiene otras series televisivas, muy importantes. Durante las Olimpiadas, Jacques usualmente es el comentarista culinario para la PBS, y habla sobre la cocina y las tradiciones del área en que se celebran.

El Chef de Vocación
El chef Jacques Pépin. Foto suministrada. D.R.
Jacques Pépin nació en Bourg-en-Bresse, cerca de Lyons en Francia.  Su primera experiencia en la cocina la obtuvo en Le Pelican, el restaurante de sus padres. A los trece años comenzó como aprendiz en el Grand Hotel de L’Europe y luego se graduó del espléndido Meurice en París, antes de  trabajar en el famoso Plaza-Athenee.  


La Potagerie, NYC. Foto suministrada. D.R.
En el 1959 se mudó a Nueva York, a trabajar en Le Pavillion  y de ahí pasó a ser el Director de Estudios y Desarrollo para la cadena de hoteles Howard Johnson por diez años.  Al poco tiempo abrió su propio local, La Potagerie, un exitoso restaurante dedicado a hacer sopas, a la vez que estudiaba una maestría en Literatura Francesa del siglo 18 en Columbia University.
En la actualidad, Pépin es el Decano de Estudios del International Culinary Center y profesor en Boston University.

Su Vida Diaria
El chef da clases en la Fundación Jacques Pépin. Foto suministrada. D.R.
Su trabajo le lleva a viajar a varias partes de los Estados Unidos por cerca de treinta semanas del año.  Enseña en distintas escuelas de cocina, ofrece charlas y participa en festivales culinarios.  
Fue precisamente ese el  motivo de su viaje a Puerto Rico: dar tres clases de cocina en la tienda Kitchen World, en San Juan.  Y mientras él preparaba sus implementos y conversábamos sobre recetas, llegó quien iba a ser su Sous-Chef en la clase de esa noche, David Graves, el chef de La Fortaleza, con todo y cuchillos.  Se conocieron, compartieron recetas, opiniones, compararon escuelas y pasaron un buen rato.  En realidad lo de “ayudante” pasó a ser sólo una broma, porque los dos se trataron con la deferencia y cordialidad de dos colegas.

Charles de Gaulle. Foto
suministrada. D.R.
“¿Que cómo fué mi experiencia trabajando para de Gaulle? Pues te diré...” respondió a la pregunta de Graves.  “En aquella época no era importante ser chef, ni tenía ningún tipo de glamour.  Yo era más bien ‘el tipo que trabaja en la cocina’ ”.


La Clase de Cocina
Cerca de tres horas habían pasado desde que nos encontramos y entonces comenzaron a llegar los estudiantes ávidos de conocer a Jacques.  Todos traían libros para firmar, y en sus caras se notaba la admiración.  Al poco rato comenzó la clase y Jacques se los echó al bolsillo con su amabilidad y conocimientos.  Yo esperé un ratito, y luego me fuí a mi casa con un montón de cosas en la mente para escribir el artículo, y un libro autografiado por alguien a quien he admirado por mucho tiempo.  Un tesoro para mi biblioteca.

Un regalo
Justo antes de que empezara su clase, Jacques me regaló una receta para los amigos de Vida Diaria.  Aquí la incluyo, con todo y acento francés.

MOUSSE DE CHOCOLATE
Ingredientes:
1 taza de crema para batir
3/4 taza de leche
8 onzas de chocolate semi dulce (de barra)  en pedacitos 
1 cucharada de Grand Marnier
1 onza de chocolate semi dulce para adornar

Procedimiento:  
Bate la crema con una batidora eléctrica o de mano y deja reposar.
Calienta la leche en una cacerola pequeña hasta que hierva y entonces retírala del calor.  Echa el chocolate y muévelo hasta que se derrita y la mezcla esté suave.  Añade el Grand Marnier y mézclalo bien.  Deja enfriar a temperatura ambiente.  
Transfiere a un recipiente grande.  Echa toda la crema batida en el chocolate y mezcla con una espátula de goma, envolviendo poco a poco hasta que  se incorpore.  Cubre y refrigera por lo menos dos horas.  Sirve por cucharadas en platitos de postre.  Para adornar, pasa un pelador de papas por el chocolate restante para crear rollitos de chocolate y deja caer por encima del mousse.


La próxima, y la próxima Navidad

Cuando publicó la revista, le envié a Jacques un par de copias, que agradeció amablemente. Ese diciembre y por varios años recibí una felicitación Navideña de Jacques y de Gloria. Porque cambié de apartado o porque cayó en desuso la postal para las navidades, ese grato intercambio terminó. ¡Bueh!


Una nota personal:
Hace unos días cotejaba las fechas de un artículo viejo, y encontré un mensaje anónimo que me enviaron hace años, y que nunca recibí porque la correspondencia a través del blog es un tanto atropellada. El texto hace referencia a la maravillosa persona que entrevisto en ese artículo en particular, y luego añade:
“Gracias Llompart por ser fuente de mágicos seres. Un espejo eres. Mi respeto y admiración trasciende palabras. Namasté”.
Nunca me he visto como el que refleja a las personas que entrevisto para que los lectores los conozcan. Como he comentado antes, lo hago para mi, pensando que nunca nadie va a leer lo que he escrito.
Sí creo que todas las personas que he reseñado son mágicos seres y es por eso que los busco para juntarlos en mi página.  De todos modos, me conmueve que alguien señale eso. Me recuerda una línea de la obra teatral El Gran Circo Eucraniano de mi amiga Myrna Casas, en que dice que se enseña “un espejo de nuestro diario vivir.”
Gracias, Anónimo.

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