No pude ir a la apertura de la exhibición, pero prometí llegarle esa misma semana. Las imágenes de la actividad que me perdí son impresionantes: la mayoría de los artistas plásticos más importantes de la Isla se dieron cita, y una foto en particular en que todos posan para la cámara, es un documento histórico de la pintura contemporánea en Puerto Rico.
Cecilio Colón Guzmán es el padre de dos de mis amigos entrañables: Ismar y Duamed Colón del grupo musical Así Somos, del cual es también liricista y manejador. Siempre lo he visto trabajando en los conciertos, o porque ha venido a apoyarme con su esposa Amarilys cuando estoy trabajando en teatro, pero en realidad nunca habíamos tenido un tiempo para hablar tranquilos. Este jueves nos citamos para charlar un rato sobre la exhibición y se nos fue la mano, porque hablamos por casi cuatro horas.
La Directora del Museo y Primera Dama, Waleska Colón,
el Honorable Alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera,
Amarilys Carrión Rivera, Cecilio Colón Guzmán,
Duamed e Ismar Colón Carrión.
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Su exhibición Arqueología Profética se presenta en el Museo de Arte de Bayamón hasta septiembre de 2014. Este hermoso museo, que recién abrió sus puertas luego de una remodelación, está ubicado dentro de los predios del Parque de las Ciencias de esa ciudad.
Me adelanté hacia la sala de exhibición en lo que Cecilio conversaba en el área de la recepción, que es un espacio bien iluminado con pinturas en gran formato de tema religioso. De repente entré en un salón grande en tamaño, pero acogedor por su iluminación: era la exhibición de Colón Guzmán. Varias paredes oscuras en las cuales flotan las catorce piezas, todas con forma de cruz, iluminadas individualmente con focos direccionales como para señalar su presencia. En el piso de mármol, brilloso como un espejo, se reflejan las cruces al revés iluminadas por lo que parecen velas votivas, y que evocan la denuncia - social y de la naturaleza - plasmada en su versión real que está al derecho.
“Lo más que me impresiona es el contraste”, le comenté tan pronto entró en la sala. “Todos los colores son brillantes, pero lo que me llama la atención es el contraste entre esos colores”. Ahí comenzó nuestra conversación, en la que me llevó por cada una de las pinturas, explicando el significado, el proceso, el tiempo y el trabajo. Fuimos de un lado al otro, observamos las texturas, los materiales, los modos de aplicación y hasta del montaje de cada lienzo. Cada una de las cruces está compuesta por cinco y hasta nueve bastidores individuales, montados para flotar sobre la pared.
En una pared modular en el centro está lo que considera la pieza original de la exhibición. “Arqueología Profética” es la única obra que no tiene bastidores pintados en forma de cruz, sino piezas esmeriladas de plexiglas que acogen el color de la pared de fondo. Al lado derecho de esa pintura, está el poema de Angel Darío Carrero, del cual toma su nombre la exhibición:
Arqueo-Logía Profética
todo
lo creado
por el ser humano
a poco
que se pose
en la vitrina
de la noche
y
se derrame
la mínima luz
del foco del tiempo
se revelará crucificado
también
este
poema
y
todo
lo que el ser humano
no ha creado
Carrero también escribe el ensayo del programa de mano en el que se reproducen los cuadros. Un excelente texto que puedes leer en la página web del artista, para el disfrute de los que no tienen la suerte de conseguir la publicación impresa.
Una de las piezas de la exhibición que nos detuvo la travesía, fue “Tercer Descendiente”, basada en la canción del mismo nombre que aparece en el segundo CD de Así Somos. Ciertamente es un momento mágico cuando el creador de ambos, la lírica y la imagen, te las desmenuza a la vez.
“La Madre Tierra gritó
soplando lo que quedaba.
Fue entonces cuando nació,
nació PAZ, solidaria raza humana.
Mi descendiente cantó
la luz de la madrugada,
y de dos en dos llenó
casi un arca renovada,
que ha de surcar la esperanza”.
Aprovechamos el momento para hablar de la exitosa agrupación, su fundación hace varios años, y cómo fue ese momento en que le surgió el primer texto que resultó en canción, y base para el primer CD Injurias. “Ahora mismo no sé si escribo un poema o una canción”, me comenta. “Escribo un texto sobre lo que quiero comunicar, a veces rima, otras no... e Ismar le pone música. A veces me sirve de base para una pintura, y otras a la inversa, la pintura me sirve de idea para una canción.”
Cecilio Colón Guzmán es lo que se llama “un hombre renacentista”. Trabaja varias cosas a la vez: la pintura, la música/poesía y la agricultura, que aprendió trabajando junto a su padre en Barranquitas. Ahora la comparte y disfruta con su hijo Duamed. “No soy renacentista, esos eran gentes que hacían cosas grandes”, me contesta.
En eso se basa la grandeza, pienso yo, cuando un hombre trabaja cosas grandes y no se percata de ello porque está demasiado ocupado haciéndolas. Sin embargo, si las miras desde afuera, te das cuenta de su grandeza. Así mismo es Cecilio, sólo que él no lo sabe.
Nota: En los próximos artículos de la Trilogía de Así Somos, hablamos con Ismar sobre los comienzos de la agrupación y de su carrera musical profesional. También hablamos con Duamed sobre sus proyectos de agricultura y de biología marina. Quédate pendiente a Refresco de Tamarindo para que disfrutes de éstos y otros interesantes proyectos.
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