“Quise cortar la flor mas tierna del rosal,
pensando que de amor no me podría pinchar
y mientras me pinchaba, me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa”
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Así dice la canción del grupo español Mecano, escrita por José María Cano. Éste, basó su letra en la línea “rose is a rose is a rose” del poema Sacred Emily de la norteamericana Gertrude Stein...
Leonard Whiting y Olivia Hussey en Romeo & Juliet dirigida por Franco Zeffirelli en 1968. Foto suministrada. DR. |
que a su vez basó la frase en el conocido parlamento de Julieta “Una rosa con cualquier otro nombre olería igual de dulce”, en la obra teatral Romeo y Julieta del dramaturgo inglés William Shakespeare.
El pan es el pan es el pan
Un día cotejaba la libreta de recetas que mi abuela había coleccionado durante los años que vivió en Brasil, y de repente me encontré algo llamado Pão de Ló... ¿¡Ló!?... ¿¡Qué clase de nombre es ese”!? ¿¡Qué es eso de “Ló”!?...
Miré los ingredientes y sólo había tres: huevos, harina y azúcar. Era algo extremadamente fácil de hacer, así que terminé horneando el susodicho pan de ló, así con acento. Aquello que salió del horno era un híbrido entre una tortilla española sin papas, una omellette francesa y un soufflé. Por supuesto, que se desinfló tan pronto salió del horno porque no tenía levadura. No me pareció gran cosa en el momento, así que le picheé.
Playa de Copacabana, Río de Janeiro, Brasil. Foto suministrada. DR. |
Mis abuelos vivieron muchos años fuera de Puerto Rico porque mi abuelo diseñó plantas termoeléctricas, generadoras de energía eléctrica para muchas ciudades. Entre otras, diseñó la planta bombardeada durante el derrocamiento de Saddam Hussein en Bagdad; una en Nueva Orleans; una en Río de Janeiro y finalmente una en Santa Catarina, al sur de Brasil. A todo esto, mi abuela estaba de ama de casa y de turista, disfrutándose estos lugares, aprendiendo sus costumbres... y coleccionando recetas.
Esta semana me puse a buscar información sobre ese pan porque me ha dado curiosidad. Primero que nada, el nombre “Ló”. Como me gusta la etimología, he pensado que podría venir del inglés Loaf (hogaza), del francés L’oeuf o del portugués ovo (huevo) porque es un pan de huevo.
Mapa antiguo de Portugal. Foto suministrada. DR. |
En Portugal, que es el país que colonizó a Brasil en América, originalmente se le llamaba Pão de Castella - probablemente porque venía de Castilla o “del castillo” porque se confeccionara en alguna fortaleza paticular. Cuatro ciudades de Portugal son famosas por este dulce: Ovar, Alfeizerão, Margarida y Arouca, y en todas el dulce es igual, pero distinto. En Italia al pan de ló se conoce como Pan di Spagna o Pan de España.
Mapa antiguo de Japón. Foto suministrada. DR. |
Los marineros portugueses que llegaron hasta Japón para el siglo XVI, llevaron ese pan dulce al país. Desde entonces allí se ha convertido en un postre tradicional, y le llaman kasutera (la pronunciación fonética de Castella).
Fuente de agua japonesa en el Jardín Selecto. San Juan de Puerto Rico. |
Te explico esa: En el idioma japonés no puede haber una consonante sin una vocal que complete la sílaba, con excepción de la “N”, que sí puede estar sola. Para completar la sílaba se usa una “u” (ejemplo Ice Cream se dice Aisu Kurimu). Para colmo, la “L” no existe, y usualmente su uso en una palabra extranjera se sustituye por una “R”, que tiene el sonido limitado a la r de ara, y no a la de Ramón. Por eso CAS-TE-LLA se convierte en KA-SU-TE-RA. ¿Ves?
Es que no le hizo “tilín”
Regresando a la receta, a mi abuela no pareció impresionarle aquel pan porque no recordaba si lo había comido, o por qué la receta estaba en aquella libreta.
Buscando información ahora, sin embargo, encuentro que había varias cosas que aquellas instrucciones no decían - como que los huevos se separan y las claras se baten a punto de merengue; y que aparecen otras recetas un poco más complicadas que sí llevan polvo de hornear para que crezca y no se desinfle, y que se le añade vainilla, ralladura de cítrico o canela. En resúmen, que el Pão de Ló es un bizcocho esponjoso bien simple, bastante reseco y duradero porque no lleva grasa. He usado los nombres bizcocho y pan indistintamente, a propósito.
Pão de Ló de Alfeizerão. Foto suministrada. DR. |
Más adelante encontré que en la ciudad de Alfeizerão en Portugal, el postre se hace exactamente como yo lo hice, sin merengue y batiendo los huevos completos. Lo sacan antes de que el bizcocho esté completamente hecho, porque es deseable que el centro esté cremoso runny como tortilla francesa, y desinflado. Esta versión ahora me parece divertida, sobre todo para echarle frutas, mantecado o alguna salsa de crema en el hueco que se forma. También a diferencia de la primera vez, ahora sé qué esperar, y puedo usar un molde que ayude a la presentación: un molde redondo alto, o de soufflé para que el desinflado se vea cool. La vez anterior usé uno rectangular y fue un deforme desastre.
Seguramente todo se reduce a de qué partes de Portugal eran originarios los que colonizaron a Brasil, y en qué parte se estableció cada claque, para saber qué versión del pan de ló es la que preparan en esa área del país.
No soy idiota
Gertrude Stein. Foto suministrada. DR. |
A la poetisa Stein le cuestionaron qué clase de línea era esa de que “una rosa es una rosa es una rosa”, y ella se defiende en su libro póstumo Four in America: “¡Escúchenme ahora! No soy idiota. Sé que en la vida diaria no solemos decir esto es esto es esto. Sí... no soy boba, pero pienso que con aquel verso la rosa se hizo roja por primera vez en la historia de la poesía en inglés en cientos de años.” Bully for her. Según ella, esa frase significa que con sólo mencionar el nombre de un objeto, se puede evocar las imágenes y las emociones que te asocian con eso. Yo creo que tiene razón, porque a veces un perfume o una música me transporta a otro momento vivido.
El grupo español Mecano. Foto suministrada. DR. |
La canción de Mecano interpretada por Ana Torroja, según explica en el librito que acompaña el CD, habla sobre las contradicciones del amor, y el dilema entre no poder vivir junto a alguien que se ama, y a la misma vez no saber vivir sin ella.
But I digress...
Pero me vuelvo a desviar del tema. La cosa es que esta sencilla mezcla de huevos, azúcar y harina es la base del bizcocho conocido en la cocina clásica francesa y en la italiana como Genoise, o sea, genovés (de Génova, Italia).
Lamington. Foto suministrada. DR. |
La diferencia está en que las yemas de huevo con el azúcar se cocinan en baño de maría a la vez que se baten, para después añadir esa mezcla cocida al merengue, y hornear. Esta versión queda un poco más elástica y se puede enrollar para hacer Brazo Gitano, o cortar en pedazos para hacer Tiramisú. En Australia, el postre tradicional conocido como Lamington, es un pedazo del genoise, que sumergen en chocolate derretido y luego cubren con coco rallado.
Finalmente voy a preparar el pan de ló otra vez a ver qué sale, contando con una nueva expectativa y mejor informado.
Una pastilla tranquilizante, por favor
Avasallado y sobrecogido son probablemente las palabras que mejor describen mi estado de ánimo al involucrarme en uno de estos proyectos, como hornear algo. Esta no fue la excepción. En realidad mucha de la información la voy aprendiendo en el camino para luego escribir sobre ella y compartirla. A veces, preparo la receta por primera vez, exclusivamente para tener fotos y poder ilustrar el texto. Ésta fue una de ellas, con algunos tropiezos con que me encuentro en el proceso.
Primero, quiero asegurarme de que las dos mezclas estén listas al mismo tiempo para que ninguna pierda su integridad. Pongo a hacer el merengue en la batidora de pie y bato las yemas con la de mano. Ya de por sí estoy fuera de control con dos máquinas funcionando a la vez y esperando que las dos mezclas estén listas a tiempo.
¡Et voilá! Me sobrecoge ver que el merengue queda perfecto, justo en el momento en que termino las yemas exactamente como las quería. ¡Esto es mágico!
A los cinco minutos de puesto en el horno, siento la peste a quemado. ¡Imposible, si lo acabo de poner! Bueno... sucede que el pan subió tanto que empezó a tocar la resistencia del techo del horno... estimé mal el espacio que dejé entre parrilla y tope, y ya ves... entonces tuve que hacer exactamente lo que todas las recetas advierten que no se haga, porque seguro se daña la masa: saqué el molde del horno para arreglar las tablillas. Lo volví a meter como si nada y dije “whatever”. Si se daña, igual lo voy a retratar, lo voy a poner en el texto y voy a explicar lo que NO se debe hacer. Do as I say, not as I do.
Faltando siete minutos para cumplirse el tiempo que dice la receta, cotejé y me pareció que ya el pan estaba listo, aunque un poco tostado por arriba, porque ya se había dorado desde el percance con la resistencia. Lo saqué, esperé unos minutos y lo puse en el pedestal con el tostado hacia abajo. Quedó espectacular, para nada se bajó, y creo que con esta experiencia puedo hacerlo otra vez con más seguridad y sin tanto nervio.
Aquí abajo pongo la receta tal y como la hice por si te animas, en su versión básica, con la opción de añadirle levadura y sabor. ¡Buen Provecho, en el nombre del pan!
PÃO DE LÓ
Ingredientes
7 huevos
1 taza de azúcar
2/3 taza de harina
Mantequilla y harina para el molde
Pizca de sal
Opcional:
- 1⁄4 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
- Ralladura de limón, china o naranja
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
Precalienta el horno a 350° F (180°C). Cubre el molde (de aproximadamente 9”) con mantequilla y un poco de harina.
Separa las claras de las yemas.
Bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que quede una crema suave amarilla clara. Añade la harina y los ingredientes opcionales.
Separa las claras de las yemas.
Bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que quede una crema suave amarilla clara. Añade la harina y los ingredientes opcionales.
Bate las claras con la pizca de sal, a punto de nieve. Incorpora envolviendo la mezcla de yema y harina poco a poco para que el merengue no de deshaga.
Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 35 minutos. Comprueba si está hecho insertando un cuchillo. Si sale limpio, el bizcocho está listo. Deja enfriar antes de desmoldar.
Con mucho trabajo, tiempo, investigación (y nervios), este texto ha estado a punto de ser un buen artículo... pero seguramente que el próximo lo será. A eso voy. ¡Buen día!
Nota: Puede que algún detalle particular se haya escapado o no esté del todo correcto, pero mi intención es sólo entretener con un texto ameno y rápido, a la vez que documento y recopilo un poco de la información disponible para que no desaparezca del todo. Te invito a que visites las excelentes bibliotecas que tenemos en la Isla, o busques en la internet para que obtengas información a fondo de los temas que menciono limitadamente.
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