sábado, 4 de octubre de 2025

“y todo comenzó con una leve brisa.”


Este filme, es el cuarto de la serie de artículos basados en mis películas favoritas, en los que entrelazo las historias con su país de origen, y la gastronomía que sugiere. 

Los anteriores, “Camila”, de la argentina María Luisa Bemberg;  “The Big Night” del ítalo-americano Stanley Tucci, y “Orfeo Negro”, la versión del mito griego de Orfeo y Eurídice trasladado a Río de Janeiro por Marcel Camus, son las entradas anteriores a ésta en el Blog.

Todas las películas se consiguen fácilmente a través de los sistemas de alquiler, páginas de Internet o en DVDs.


Rashomon

Conocí la historia de Rashomon hace muchos años, cuando Teatro del Sesenta produjo la versión teatral, de Fay y Michael Kanin, dirigida por Dean Zayas, en el Teatro Sylvia Rexach de San Juan, Puerto Rico. La producción era protagonizada por Pedro Juan Figueroa como el samurai, Ineabelle Colón como la esposa, Victor Morales como el bandido Tajomaru y Belén Ríos como la madre.

Con ellos, Ramfis González, Raúl Carbonell hijo, Rey Pascual y Valli Marie Rivera, como los tres personajes en el portal, y la “medium”, respectivamente.

La majestuosa escenografía giratoria era del amigo Román Salas, el vestuario de Idalia Pérez Garay y el maquillaje de Carmín Correa.

La producción, resultó impecable - y el texto se presta para ello. Gráficamente bellísima.



Poco después logré ver la película de Kurosawa en un festival de cine Japonés, en japonés. Aunque había estado estudiando el idioma por cuatro años, si no llego a conocer la historia desde antes, me hubiera perdido. Es pausada, como toda película japonesa que representa esa época, en blanco y negro, y definitivamente emocionante e intensa. 


De cabeza en el Teatro

Lo más reciente, ya como profesor del Programa de Teatro de la Universidad del Sagrado Corazón, sugerí la obra para producirla como proyecto estudiantil del semestre. Dirigida por Rocky Venegas, la producción resultó de tal excelencia, que recibió la invitación del Instituto de Cultura Puertorriqueña para presentarse en el Festival de Teatro Internacional de ese año.


Estuvimos varios meses en ensayos, en inmersión en la cultura y costumbres del país, y en estudios y experimentos intensivos de maquillaje para lograr el “ojo oriental” lo mejor posible. Los diseños de escenografía, luces, maquillaje y publicidad de este servidor, el vestuario de Wayne Thomas Seitz para Wardrobe Research & Design.


Al final de este texto, incluyo algunas fotos de ese proyecto, en las cuales se aprecian varios de los actores egresados que han destacado desde entonces, en el teatro, la TV y el cine. También la ficha de elenco y Técnicos.



Rashomon

(1950) Dirigida por Akira Kurosawa, basada en las historias ‘Rashomon’ y ‘Yabu no naka’ de Ryunosuke Akutagawa (1915)


Durante los últimos años del siglo XII, la ciudad de Kioto se ha visto en medio de calamidades, terremotos y fuegos que han devastado la ciudad. 


En la puerta en ruinas a la ciudad, llamada Rasho-mon (Puerta Principal a la Ciudad), tres personajes que se cobijan de una tormenta: un monje, un leñador y un peregrino, comentan los acontecimientos surgidos tras la violación de una mujer y el asesinato de su marido samurai en el bosque. 


La película describe lo sucedido, a través de los relatos muy diferentes de cuatro testigos - el violador, un bandido famoso llamado Tajômaru; la esposa violada; el hombre muerto (quien habla a través de una médium); y por último, el leñador, que parece ser el testigo más objetivo y menos parcial.


Todos coinciden en dos hechos básicos: que la mujer del samurai no parecía despreciar al violador después de su acto, y que el samurai murió atravesado por una espada. 


Cada uno de los tres implicados se atribuye ser el autor de la muerte (incluido el propio muerto), pero lo relatan de tal forma que la culpa no recae del todo sobre ellos. Lo único cierto es que ninguna versión coincide, y no se sabe cuál es la verdad en realidad. Los relatos, aún partiendo de ese mismo suceso, resultan incompatibles e incongruentes.


Los tres cuentan una historia estructurada de manera similar: el bandido Tajômaru se enfrentó, secuestró y ató al samurai para poder violar a la esposa. Pero al final, se contradicen entre sí y las motivaciones reales del asesinato no son las que parecen.


La esposa cuenta su versión del crimen y la violación.


El bandido, describe el suceso contando su lucha con el asesinado y la entrega voluntaria de la esposa.


El Samurai asesinado, describe a través de una médium, la lucha, la traición de su esposa y su suicidio.


El leñador participa dos veces: al inicio describe el contexto del encuentro, y al final dándole un sorprendente desenlace, que voy a obviar.


Tras escuchar los cuatro relatos en el Portal Rashomon, el monje, el peregrino y el leñador logran un final lleno de humanidad, que en cierto modo alivia la sórdida historia de la que acabamos de participar.


Vale decir que en términos jurídicos y psiquiátricos, el “Efecto Rashomon” - en que varias personas perciben una misma historia en distintas versiones sin saber cuál es la real - se estudia a cabalidad.


Protagonizada por Toshiro Mifune como Tajomaru el violador, Masayuki Mori como el samurai, y Machiko Kyo como la esposa. 

La película ganó premios del Festival de Cine de Venecia, el Oscar de la Academia de las Artes y Ciencias de EEUU, y del Festival de Cine de Berlin, entre muchos otros. 



¿Qué comemos?

“Oyako-don”, mi plato favorito de toda la cocina japonesa. Pues te explico que la traducción coloquial del nombre “Oyako-don”, sería algo así como “¿Qué vino primero… el huevo o la gallina?” porque son los dos ingredientes principales del plato.

Imagínate que guisas pequeños pedacitos de pollo en una salsa con aceite, salsa de soja, jengibre, ajo y cebollines en una sartén pequeña anti-adherente. Cuando está cocido, bates un par de huevos y los echas encima del pollo para hacer una tortilla, que ya tiene su propia salsa. 


Luego, vuelcas la tortilla sobre un bol de arroz blanco, y toda la salsa se filtra hasta el fondo, mojando el arroz. Sabroso. Lo he comido muchas veces, pero sólo en los restoranes japoneses sencillos y familiares (los que yo llamo “de guerrilla”) porque es como un “comfort food”. En los restaurantes de alto nivel, ni lo sueñes.


Oyako-don con Vegetales Tempura y una cerveza Sapporo. Excelente.



Aquí un poco de información de la producción Universitaria









REPARTO

(En orden de participación)

Monje: Emilio J. Suárez

Leñador:Edwin Yumar Rosario

Fabricante de Pelucas: Erik Rodríguez

Agente: José Felipe Valdés

Tajomaru, el ladrón: Carlos Rivera

Takehiko, el marido: Jaime Leonel Rodríguez

Kinume, la esposa: Sandra Ortiz / Sara Cordero

Una leve brisa: Joselyn Rodríguez

La madre: Mariela Franceschini / Verónica Rubio

La médium: Melissa Rodríguez

FICHA TÉCNICA

Director: Rocky Venegas

Asistente del director: Adolfo Besó

Diseño de escenografía: José Llompart

Realización de escenografía: José Llompart, Rocky Venegas, Emilio Suárez, Richard Santiago, Adolfo Busó, Mariela Franceschini, Melissa Rodríguez, Carlos Rivera, Sandra Ortiz, José Felipe Valdés y Sara Cortés

Diseño de iluminación: José Llompart

Diseño y confección de vestuario: Wayne Thomas Seitz para Wardrobe Research and Design

Diseño de maquillaje: José Llompart

Asistente de maquillaje: Mariela Franceschini

Realización de maquillaje: Elenco

Música y sonidos: Rocky Venegas

Estudio de grabación: Estudio H & Lazarte

Traducción: José Llompart

Utilería: María de los Ángeles Cruz, Mariela Franceschini y Melissa Rodríguez

Publicidad: The Creative Ideas Group

Producción de Video Documental: Richard Santiago

Fotografía: Richard Santiago y José Llompart

Diseño de programa: José Llompart


* ® - Las fotos de la película son de la promoción, y tienen sus derechos reservados.

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sábado, 13 de septiembre de 2025

"No mires hacia atrás"

 

Este filme, es el tercero de la serie de artículos basados en mis películas favoritas de toda la vida, en los que entrelazo las historias con su país de origen, y la gastronomía que eso sugiere. Los anteriores, “Camila”, de la argentina María Luisa Bemberg; y “Big Night” de Stanley Tucci, sobre el Nueva York Italo-americano, son las entradas anteriores a ésta en el Blog.


La idea es que el lector se sumerja en la trama y adopte su ambiente mientras la disfruta, pruebe platillos de la era o del país, y si se anima, hasta se vista apropiadamente según la época.

Todas las películas se consiguen fácilmente a través de los sistemas de alquiler, páginas de Internet o en DVDs.



A Orfeo Negro la conocí en un festival de cine, después de pasar parte de un verano en Río de Janeiro visitando a mis abuelos que vivían allí. 


El ambiente y los lugares me son conocidos, y aunque nunca subí a la “favela”, la barriada en que ocurre la historia, estuvo siempre tan presente como el Cristo del Corcovado y el Pan de Azúcar. 


La música de Antonio Carlos Jobim es otra cosa que está integrada al país como si fuera su “soundtrack”. En todos lados se escucha y esa melancolía que transmite es parte del ánimo que se percibe en los brasileños.



Orfeu Negro

(1959) Dirigida por Marcel Camus 

Libreto por Vinicius de Moraes


La felicidad es como pluma, 

que el viento va elevando sobre el mar.

Vuela tan leve, tiene una vida breve, 

precisa que haya viento sin parar.


La canción de Antonio Carlos Jobim comienza esta historia de amor que florece en la “favela”, un arrabal enclavado en la falda de una montaña en Río de Janeiro que baja hasta las playas de Copacabana. Luego, la historia se traslada al medio del carnaval carioca.


La película, basada en el mito griego de Orfeo y Eurídice, está protagonizada por Breno Mello y Marpessa Dawn. Ganó el “Palme d’Or” del Festival de Cine de Cannes, el “Oscar” y el “Golden Globe” de 1960 como mejor película extranjera.


La historia

La joven Eurídice (Marpessa Dawn) llega a Río de Janeiro invitada por su prima, Serafina (Léa Garcia). Tan pronto llega conoce a Orfeo (Breno Mello), un conductor de “trolley”, cantante y guitarrista -en el mito original, toca la lira- que está a punto de casarse con su novia, Mira (Lourdes de Oliveira). 

Orfeo es muy coqueto con todas las chicas que le pasan por el lado, y no es muy dado a la fidelidad hacia su pareja. Serafina y Orfeo son vecinos en la favela, que está en la falda de una montaña que da hacia la bahía de Río. 

Cuando Eurídice llega, es la víspera del carnaval y las distintas comparsas ensayan y ultiman detalles para la actividad. Sin embargo, Eurídice no ha viajado a Río para ir al carnaval, sino para escapar de un hombre que quiere matarla, y disfrazado de la muerte, la persigue por toda la fiesta. A todo esto, nunca sabemos quién es y por qué su interés en asesinarla.


Tal como cuenta la leyenda griega, Orfeo y Eurídice se enamoran, y ella pierde la vida. Orfeo desciende a los infiernos a tratar de recuperarla, pero no lo consigue y pierde la vida en el proceso.


El desenlace y fin de la historia en la película es gráficamente estremecedor porque Orfeo no logra dar con Eurídice. La busca por toda la ciudad, en los hospitales y hasta en la morgue. 


En un momento llega a una ceremonia Macumba (de santería brasileña), y la espiritista oficiante le sentencia: “no mires hacia atrás, porque puedes perder tu alma”. Orfeo mira lo que tiene detrás, y es terrible.




Pero la comida... Feijoada, farofa e caipirinha

La comida oficial de los Brasileños es la Feijoada, un guiso de habichuelas negras (feijão) con pedazos salados de cerdo, longaniza linguiça y otros embutidos, que se sirve con arroz y gajos de naranja para cortar un poco la grasa según vas comiendo. 


Sobre la feijoada se espolvorea la farofa, que es harina de yuca (mandioca) sofrita en grasa con pedazos de tocino, al estilo de las gachas o las migas en España, y tostada con uno que otro condimento, cebolla, ajo, huevo duro y aceitunas. 


...y el aguardiente, la caña, el pitorro o la cachaça

No se puede quedar atrás el alcohol. Como en cualquier parte del mundo, se fabrica el aguardiente casero o la cachaça, aunque en Brasil es legal producirlo.


Una de los tragos alcohólicos más comunes es la Caipirinha, y hasta existe un vaso particular de madera en forma de pilón para prepararla.  Es muy sencilla de hacer aunque bastante fuerte.  

Toma un limón partido en cuartos y májalo en el mortero con una cucharada de azúcar negra.  Añade hielo, una medida de cachaça o ron, y ya está.  Lo tomas en el mismo mortero.


Para los no-alcohólicos existe el guaraná, un refresco hecho de una fruta del mismo nombre, oriunda del país.  Es muy rico, su sabor es una mezcla entre una cola y un ginger ale, pero con mucha más cafeína.  Claro, el guaraná viene también con alcohol, y se le llama guaraná champagne.


Una tarta de Banana para el postre

Esta tarta de banana la aprendió a hacer mi abuela durante los años que vivió en Río de Janeiro, y regresó con esa receta. La confección no lleva base y se sirve estilo “cucharón”. Yo le añadí una base para hacerla más estable, pero siéntete en libertad de omitirla. Si te fijas, con dos bananas, tres huevos y azúcar, terminas con un postre extraordinario. ¡Buen provecho!


TARTA DE BANANA

Base:

1 taza de harina

1/2 taza de azúcar

1 huevo

1/4 taza de mantequilla

1/2 cucharadita de vainilla

1 pizca de ralladura de limón


Procedimiento: 

Mezcla en un bol el azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente. Luego, incorpora el huevo y ve agregando la harina, la vainilla y la ralladura de limón.

Deja reposar la masa en la nevera por 30 minutos. Pasado el tiempo de reposo, retira la masa de la nevera. Luego, engrasa y espolvorea con harina un molde para horno. Extiende la masa con los dedos, para hacer la base.


Relleno y merengue:

2 bananas

3 huevos separados

Canela

1/2 taza azúcar moreno

1/2 taza azúcar blanca

1/4 cucharadita de vainilla


Procedimiento: 

Corta las bananas en lascas y colócalas sobre la base... o el molde, si no tienes base.

Bate las yemas de los huevos con el azúcar moreno y la canela hasta que sea una espuma suave y viértela sobre las bananas. Lleva al horno a de 300º F durante unos 35 minutos.


Bate las claras con el azúcar blanco y la vainilla. Cuando esté lista la tarta, cúbrela con el merengue y regrésala al horno por 5 minutos o en lo que doran las puntas. ¡Ya!



* ® - Las fotos de la película son de la promoción, y tienen sus derechos reservados.

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