miércoles, 1 de junio de 2016

El traicionero macarón de chocolate con chile rojo

De primera intención parece una inofensiva galletita de chocolate amerengada hasta que al tragarla, ¡Bam! recibes la patada de pique justo en la garganta. La reacción de todos los que la probamos fue la misma, hasta que ya lo hicimos de broma y esperamos la mirada con ojos sorprendidos en el momento en que le llegaba el golpe a los inocentes a quien le dimos a probar la sabrosísima confección.

La mezcla de chocolate con chile es tradicional mexicana, como por ejemplo en el “mole poblano”. Es natural, porque el xocolatl es oriundo de ese país y es parte de sus ingredientes autóctonos. El chocolate con chile, sin embargo, es una de las maravillosas combinaciones que Sugar Lab ha seleccionado para hacer macarons artesanales, que tradicionalmente son franceses de sabores suaves, pero que éstos reposteros confeccionan con ingredientes locales y fuera de lo común.

El nombre evoca un sitio frío y antiséptico, con serios científicos vestidos en bata blanca mientras hacen experimentos con tubos de ensayo llenos de los químicos que componen el azúcar. La realidad es que el Lab es un espacio de hornos y cocina con gente muy chula que trabaja alegremente como hormiguitas y hacen macarons, galletas, sabrosos bizcochos... y con un olor espectacular en el ambiente.

Sugar Lab, el laboratorio del azúcar, comenzó en el 2007 como un proyecto de Obed García y su esposo Agustín Rodríguez a su regreso de Estados Unidos, en donde vivieron por un tiempo. Para el 2011 ya habían establecido la fábrica que los ha traído hasta hoy como una empresa exitosa y reconocida. La pareja se conoció en Nueva York y después de unos años se mudaron a California, en donde por primera vez le prestaron atención a los macarons franceses que ya los han hecho famosos.

Agustín Rodríguez estudió pastelería (pastry chef) en el Departamento de Artes Culinarias del Art Institute de Fort Lauderdale. En Nueva York trabajó en varios restaurantes, entre ellos, en el 2007 estuvo en Applewood de Brooklyn, que se dedica a la comida por temporada y el concepto "del huerto a la mesa" (Farm to table). Alli estuvo a cargo de los postres. "Tienes que ser bien creativo. Un día llegas y te dicen 'No hay frutas. Hay maiz o calabaza', y te las tienes que arreglar para hacer postres con esos ingredientes", comenta Agustín, quien capturó la atención del famoso blog Chowhound con su mantecado de tocineta.

Foto suministrada.
El restaurante Ammo fue su campo de juego en Los Angeles. El concepto de allí era el mismo  Farm to table, con la gran diferencia de "que tenía acceso a todos los productos que se cultivan en un área como California", comenta. Ahí también sus postres llamaron la atención de la prensa, pero en este caso fue la de Los Angeles Times, que hizo un reportaje sobre sus mantecados creativos.

Foto suministrada.
En un principio Sugar Lab trabajaba los pedidos “a la carta”, y preparaban los sabores según las órdenes de cada restaurante. Ahora el negocio ha expandido tanto, que mantiene un inventario bastante amplio como para suplir al momento la demanda de los locales que los ofrecen, restaurantes, cafebares y tiendas.

El famoso chile rojo del macarón
de chocolate. Foto suministrada.
Sugar Lab ha integrado otros productos “como el rum cake caribeño que hacemos de piña colada, coquito, original y guayaba”, comenta Obed, a quien interrumpimos mientras tomaba fotos para las redes sociales de bizcochitos de parcha y de piña. “También acabamos de presentar una línea de galletas nueva que incluye sabores como guayaba y bacon, pistacho y coco, de café con chocolate”.

Foto suministrada.
Nos llamó la atención que Sugar Lab tiene la capacidad de copiar los colores que les piden para bodas y eventos que requieren combinaciones particulares. 
Foto suministrada.
También pueden integrarle el logo de compañías en azúcar, para sus actividades. Los sabores también son a discreción del cliente... ¿quieres uno con el sabor de tu trago favorito? Allá van.

Foto suministrada.
Los precios de Sugar Lab son más que competitivos en relación a los macarons importados, que hemos visto hasta cuatro veces más caros. “Yo misma hago entregas por las tardes mientras Agustín se queda a cargo del negocio”, explica Obed. “Por ejemplo, paseo por el área norte de la isla a hacer entregas en varios cafebares de esa área que venden los macarons.” Hay varias tiendas y cafés que venden o sirven los macarones, como La Hacienda en todos sus locales; Passion y Magritte en Plaza Las Américas; G Delights en el Viejo San Juan y San Patricio;  The Fruttery en Hato Rey y Mayagüez; Con Leche, Melao Coffee y El Tablajero en Ponce; y otros más a través de toda la isla.

Foto suministrada.
Nos gustó tanto la experiencia de compartir el macarón de chocolate con chile rojo, que vamos por más. Esta vez queremos de vino tinto con chocolate, de lavanda, y de mojito.







Chequea la página de Facebook de Sugar Lab para que obtengas má información o te comuniques con ellos.  https://www.facebook.com/SugarlabPR/?fref=nf


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