La palabra “motivación” me parece graciosa desde que estaba en la universidad. Cuando se decía que alguien estaba “motivado”, en realidad querían decir que estaba “volando bajito”, high, “bien loco”. Usualmente la palabra iba acompañada del gesto de ponerse los dedos en los labios como si estuviera “fumando”.
Por esa razón cuando mi hermana me habló de las pastas de motivos, después de una carcajada, lo único que se me ocurrió preguntar fue “navideños?”
Los tiempos han cambiado, sobre todo cuando a nivel mundial - y en la legislatura de la Isla - se considera la idea de legalizar algunas sustancias que han sido controladas hasta hoy, no me toma por sorpresa el hecho de que estén fabricando pastas de formas distintas a las tradicionales. Para mi que ya era suficiente con los spaghetti, fettucine, los tornillos, lacitos, caracoles y los ravioli, cuando me entero de que hay muchos más... con “motivos” que me hacen cosquillas.
Buscando en un catálogo de esos productos, me llamó la atención la pasta para “chamacas” en forma de carteras, tacones altos y celulares. Para los músicos, con notas musicales. Las pastas para bebés con forma de ositos de peluche, patitos de hule y bloques del abecedario. Pasta de A-B-C, o sea, de letras.
Las pastas por las causas benéficas, incluyen cintas rosadas por el cáncer de la mujer; cintas con la bandera americana por los soldados; y cintas rojas por los enfermos de SIDA. Las pastas con motivos de deporte, incluyen el baloncesto, hockey, el football americano, pelota, fútbol (soccer), gimnasia, ballet y hasta con formas de cheerleaders.
Para los amantes de animales hay de perros, gatos, caballos, y de los animales del zoológico. Para los pacifistas, un paquete trae palomas de la paz, corazones y el símbolo hippie de la paz.
Los motivos por temporada van desde los corazones para San Valentín, conejitos de pascua, tréboles para San Patricio, hasta calabazas para halloween y pavos de Acción de Gracias. También árboles de navidad, hombres de nieve y estrellas de David para Hannukah.
Me sospecho que este tipo de producto se produce para fiestas y ocasiones especiales en que la pasta es “motivo” de conversaciónEn verdad, en verdad, en verdad... de corazón... sería patético sentarse sólo frente al televisor el día de Navidad a comer un plato de arbolitos de navidad con salsa roja y queso parmesano por encima.
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