jueves, 12 de diciembre de 2013

El sueño del Guerrero taíno de luz.


Cuando originalmente comencé a hacer yoga, estuve en varias clases con distintos maestros, hasta que un día supe de El Nido del Guerrero, un santuario natural que tiene Oscar Guerrero en Morovis. Oscar es un joven actor puertorriqueño que incursionó en la práctica de yoga hasta que se certificó como maestro. Poco a poco convirtió la finca de su familia en un lugar eco-turístico para amantes de la naturaleza y el yoga. 
Sin pensarlo dos veces me comuniqué para tomar una de las clases, y un domingo en la mañana comenzó esta historia. Me encontré con Oscar en Santurce para salir hacia las montañas de Morovis. En el camino, él y yo nos hicimos los más panas. A través de 2 horas y poco de camino ida y vuelta, compartimos historias, anécdotas, libretos, planes, chistes, cuentos, penas y canciones.

Hoy día nos encontramos en el bistro Macchiato Coffee Deli en Miramar, para hablar sobre una tacita de Café italiano Mauro, los planes que Oscar tiene para El Nido. Llegó con su inseparable perrita Gran Danés Nala, quien se acostó al lado de nuestra mesa en lo que conversamos.

Oscar y el Yoga
Lleva 10 años practicando yoga, y poco más de 1 año como maestro. Ahora mismo su esfuerzo lo dedica al OHGA SUP (Stand-up Paddleboard), y lo encuentras casi a diario en la Laguna del Condado junto a varios participantes del yoga sobre una tabla flotante.

Guerrero busca el contacto directo con la naturaleza, por eso sus dos escenarios de clase son el Nido y el paddle en la Reserva Natural en la Laguna del Condado. Su práctica se inclina a la búsqueda de la interacción de la conciencia con la respiración, “...después de todo, la respiración es el instrumento para superar cualquier situación”, comenta.


Como maestro, su clase es en extremo relajante. Oscar es un tipo muy dulce, y eso lo traduce a su manejo de la clase con el uso de su voz y al corregir posiciones.

El Nido del Guerrero 
En este momento El Nido, el santuario, se encuentra en un crecimiento natural y orgánico, con los espacios habilitados para la meditación y el yoga, con la sutileza de una huella que sea compatible con el ambiente. Que las esplanadas abiertas sean a su vez parte integral del litoral.
El solar en que se encuentra El Nido del Guerrero comprende la ladera de una montaña, desde el punto más alto hasta el río en que termina abajo. 

El recorrido de meditación y yoga comienza en la casita en el tope de la montaña. Una rústica y pintoresca estructura decorada con motivos alusivos al yoga hindú y a la cultura taína. Aquí comienza la preparación para lo que en principio es la bajada al río. Se lleva solamente lo necesario para meditar, y para secarse una vez se sale del río a comenzar el regreso.

¡Chequéate a Nala en el agua!
La primera parada en el trayecto es en el Charco de los Suspiros, un pequeño lago rodeado de árboles, con una corta cascada al costado. En este punto, Oscar ha instalado un columpio de soga para balancearse en el aire sobre el charco. Al principio el arnés de seguridad puede desconcertar, pero una vez le coges el truco, te parece que vuelas por el aire sin amarras, y la experiencia es espectacular.


Lo próximo es la bajada. La ladera de la escarpada montaña tiene un camino natural que te lleva hasta el río, con segmentos en que hay que bajar haciendo “rapelling” con sogas, y la advertencia de que al regreso, habrá que subir por el mismo lugar y con la misma soga.

La segunda parada es un claro en el camino en que se ve la montaña entera. Aquí comienza la sesión de yoga, para hacer la “Posición de la Montaña” Tadasana, una pose que utiliza las piernas para cimentar el cuerpo en forma de monte. Muy acertado el sitio y la posición, porque te hace sentir como parte del litoral.


La tercera parada, luego de bajar par de tiros de soga, es una amplia esplanada rodeada de árboles altísimos y tronco grueso. 
En este punto Guerrero ha instalado una serie de vigas de bambú para colgar las telas y hamacas del yoga aéreo, si fuese esa la clase. La primera vez que estuve utilizamos el área para meditar, acercarnos a los árboles y hacer apropiadamente, la “Posición del árbol” Vrikshasana. Oscar se conoce al dedillo los árboles de la finca, y te puede recitar las variedades de cada uno, particularmente en este lugar.


Finalmente se llega al río. El Río Sana Muertos, según la leyenda, obtiene su nombre porque hace años traían a los enfermos a bañarse en él, y milagrosamente se curaban. La ribera del río está formada por anchas piedras que forman terrazas naturales, ideales para ejercitarse. Hacia dondequiera que miras sólo hay vegetación y ni una sola casa cercana. Aquí se siente mucha paz.

La clase de yoga concluye aquí, con las posiciones regulares de una clase en un salón, pero en plena naturaleza y con el sonido del río como fondo. Al terminar, la meditación tradicional de Shavasana se hace acostado en las piedras dentro del río, mientras el agua te cruza el cuerpo de la cabeza hacia los pies.

La bajada desde el tope, con las consabidas paradas, toma cerca de hora y media. Después de terminada la clase, se toma una merienda ligera de frutas y vegetales, y al rato se comienza a subir. La subida toma unos cuarenta minutos, justo antes de la caída del sol.

Algunos fines de semana El Nido anuncia actividades de dos o tres días, usualmente en temporadas de luna llena, eclipses o celebraciones naturales significativas. Nunca las he hecho, pero me cuentan que a veces duermen en casetas al lado del río (otras veces en la casita sede) o hacen ritos con fogatas, caminatas sobre fuego, música de tambores y flautas.

Entre los planes futuros, Oscar me explica la construcción de balsas de bambú para flotar “paddle” en el río; siembra auto-sustentable de los vegetales y frutas usados en la merienda; y la adopción de la comida ayurveda, la medicina hindú, para mejorar la salud. 

TainoTi... ¡Que el espíritu del bien te acompañe siempre!

Al rescate del idioma taíno
Me cuenta Oscar que participaba de un temazcal*, cuando se le acercó la mujer indígena taína Pluma del Viento, que estaba haciendo armaduras de achiote. Al verlo, le dijo “Tu luz es tanta que a veces andas solo en tu sombra”, entonces le dibujó en el pecho el símbolo indígena del origen: un círculo que encierra un punto, que significa la semilla.

Desde ese día Oscar ha pensado mucho en su origen, y a diario le ocurren manifestaciones de esa idea. Hace muy poco, estuvo retratando una boda budhista, un culto puja al dios Shiva. Los textos recitados en la ceremonia estaban escritos en el antiguo sánscrito, y hablaban sobre la rencarnación.

“Pensé en el Padre Nuestro en taíno, igual que el ‘Ohm’ que se recita al principio de una sesión de yoga. Se trata de compartir el conocimiento ancestral, por ejemplo en nuestra dieta alimentaria que tiene ejemplos de la herencia indígena como la yuca, el pescado, el agua de coco...”, me explica. Hace tiempo que estudia el idioma nativo, e inclusive utiliza la frase Taino-Ti, ¡Que el espíritu del bien te acompañe siempre! en sus prácticas en el Nido.

Como yo nunca había escuchado el Padre Nuestro taíno, le pregunté y me lo recitó de memoria. Aquí lo transcribo para los interesados.

Nuestro Padre (en el idioma taíno)
Guakia baba (Nuestro Padre) 
turey toca (esta en el cielo) 
guami-ke-ni (Rey del mar y tierra) 
guami-caraya-guey (Rey del sol y luna) 
guariko (ven a) 
guakia (nosotros) 
tayno-ti (bueno, alto) 
bo-matun; (grande, generoso) 
busica-guakia (danos) 
aje-cazabi; (pan) 
juracan-na (espiritu malo, no) 
maboya-ua (fantasma, no) 
jukiyu-jan; (espiritu bueno, si) 
Diosa (de Dios) 
nabori daca (criado soy) 
Jan-jan catu (Así sea.)

Oscar bromea que estudió “electivas”, porque aunque sus estudios eran en Arquitectura, fueron las clases en Bellas Artes, Fotografía y Teatro las más que lo satisfacían. Luego de la UPR, se fue a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, arte, video y fotografía. 

Como actor, su carrera se ha dirigido mayormente al Cine en películas como: Crossbones, Favela, In the Blood, Rum Diaries, Miente, Around June, Entremedio, Witness; y a la Televisión, en series y programas como: Hom3Land, en su tercera temporada, White Collar, Don Amor, Las Dos Caras de Jano, El Brindis del Bohemio, Vanished, La fiebre Nacimiento, El Tesoro del Yunque, Locos de Amor; En teatro: Stereotipas, Yepeto, Noche de Reyes, Grease (Musical), SS Titanic (Musical) y Areyto Pesaroso, son algunos de los proyectos en que ha trabajado.

El padre, la pareja y el amigo
Oscar tiene un hijo de 8 1/2 años llamado Ilán. Dice que es su maestro, porque de él ha aprendido mucho. Ilán es un gimnasta excepcional acostumbrado a llegar siempre en primer lugar. 
Hace unos días no ganó en una competencia, y eso le ha servido como lección e impulso para mejorar y prepararse para llegar a una competencia en Florida. Para Oscar, la manera en que Ilán ha asimilado ser un casi-ganador, ha sido una lección también.

Guerrero está enamorado de la actriz Laura Alemán. Cumplen 1 año y dos meses como pareja. “Un año y dos meses de amor intenso, exquisiteses, crecimiento individual y de pareja, de agendas modificadas”, me comenta con una sonrisa. 
“Laura es mi cómplice, y la de Ilán también, porque ella ha asumido el papel de madrastra cariñosa. En la casa nos nutrimos de Benedetti, Neruda, Silvio, y hasta del reguetón, si es apropiado”.

No puede faltar el tema de mi amiga Nala, la perrita Gran Danés, que se puso contenta de verme después de unos meses y me babeó toda la cara. “Como tu tratas a un perro es la forma en que te relacionas con las personas”, me dice Oscar, que siempre anda con ella. Nala tiene 2 años y medio, y es pisciana porque nació el 17 de marzo del 2011. Un ratito después se nos unió Laura, que venía con una perrita Shar-Pei rescatada, que va a unirse al hogar desde hoy. Se llama Ita.

Foto: Giován Cordero
Oscar Guerrero tiene muchos proyectos en sus hombros, y los carga con tenacidad. Todos, sin embargo, tienen en común su regreso al origen: El Nido en el lugar donde nació, la búsqueda de su espiritualidad e idioma indígena, y su hijo como símbolo de crecimiento desde la semilla. Siempre le he dicho que es mi amigo más dulce. Por eso está destinado a caminar solo en su sombra. Es que la luz de Oscar, es demasiada.



* Temazcal - Su nombre de raíz nahua significa casa de vapor (Temaz - vapor, calli - casa). Técnicamente el temazcal sigue el mismo principio que el del baño Finlandés sauna: es una estructura cerrada de pequeñas dimensiones en la cuál se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. Sin embargo no se vierte agua sobre las piedras para producir el vapor sino una infusión de plantas medicinales.


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1 comentario:

  1. Deseo una vida de carcajadas y un universo de razones para renacer en tus ojos. Tu luz invita a ver el brillo en todo lo que tocas. Taino-tí maestro Guerrero. Infinito mil...

    Gracias Llompart por ser fuente de mágicos seres. Un espejo eres. Mi respeto y admiración trasciende palabras. Namasté

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